Emprender una nueva vida como mujer migrante venezolana en Perú no es fácil. Más de un millón y medio de personas migrantes de Venezuela han llegado a Perú con la esperanza de empezar una nueva vida. El país andino es el segundo que acoge mayor número de personas refugiadas y migrantes de Venezuela.
Dejan atrás una vida llena de recuerdos, familia y un hogar imposible de mantener. Se marchan en busca de un futuro mejor, lejos de la pobreza y la falta de oportunidades. Buscan hacer posibles sus sueños, emprender un nuevo camino en un lugar que les permita crecer y echar raíces. Hoy os hablamos de las historias de dos mujeres que han encontrado su lugar gracias al apoyo que desde Ayuda en Acción les hemos brindado.
Mujer, migrante y emprendedora: la historia de Dioraima
El 26 de abril de 2018 Dioraima llegó a Perú con su hija, que entonces tenía seis años. Tras la crisis en la que se había sumido Venezuela, la vida en Caracas con la pequeña se hacía insostenible. En su tierra natal trabajaba como fisioterapeuta en clínicas y hospitales. En Perú, las cosas no serían iguales. Su situación migratoria fue una de las primeras dificultades que tuvo que afrontar, ya que muchas personas migrantes ingresan como turistas al país y no tienen una situación legal para trabajar.
“Me costó un poquito conseguir empleo por el tema de los permisos. Trabajé en muchos negocios diferentes: salones de belleza, vendedora…incluso pude establecerme como fisioterapeuta, la profesión para la que yo me preparé en mi país”.
Pero llegó la pandemia y la clínica donde trabajaba recortó personal. Sin embargo, a Dioraima la pandemia le facilitó el camino para conseguir establecer un próspero negocio.
"Justamente por la pandemia nace mi emprendimiento que tiene como nombre del Hogar Santa Paula, por mi hija. Comenzamos vendiendo tres productos de limpieza y ahora vendemos productos para el aseo personal y la limpieza del hogar".
Dioraima participó de los talleres de Ayuda en Acción del proyecto Haz crecer tu negocio. Gracias a ellos adquirió conocimiento de ventas, gestión empresarial y aprendió a estructurar su plan de negocio y pudo identificar su público objetivo, crear su propia marca y darle visibilidad.
"El proyecto Haz crecer tu negocio nos ha brindado conocimientos, nos ha permitido seguir creciendo. Nos dio herramientas para seguir. Hoy me siento más fuerte en nuestro proyecto familiar y con mi emprendimiento".
Mayen y la búsqueda de otros caminos
Mayen también tuvo que abandonar Venezuela por las difíciles condiciones a las que cada día tenía que hacer frente. Después de siete días de viaje en autobús con sus dos hijos pequeños llegó a Perú. El comienzo de una nueve vida en un lugar desconocido no fue fácil. Después de mucha búsqueda encontró trabajo en su especialidad, la odontología, como asistente en una clínica dental. Pero las largas jornadas laborales durante las que tenía que dejar solos a sus hijos y la llegada de la COVID-19 hicieron imposible mantenerlo.
Pero Mayen no estaba dispuesta a tirar la toalla. Había hecho un esfuerzo muy grande abandonando Venezuela y estaba dispuesta a seguir luchando. Así que comenzó a vender helados y gelatina a la puerta del colegio de sus hijos.
“Un día conocí al equipo de Ayuda en Acción y entonces vi el sol” asegura Mayen, en un tono de esperanza. Se sumó al proyecto Haz crecer tu negocio y la organización le apoyó para poner en marcha un pequeño salón de belleza. Para ello acondicionó su casa y comenzó, también, a hacer visitas a domicilio. Este fue el comienzo de su marca “Mía Spa”.
“Lo que fue un 'vamos a intentarlo' se ha convertido en el comienzo de mi realización como mujer y en la seguridad para mi familia”.
Su negocio funciona y por fin puede mirar hacia el futuro con ilusión y con la tranquilidad de que sus hijos tienen nuevas oportunidades.
Haz crecer tu negocio, un proyecto con vocación de futuro
Gracias a este proyecto 74 mujeres migrantes venezolanas han recibido apoyo para poner en marcha su emprendimiento en Perú. El objetivo principal era fortalecer las habilidades emprendedoras de las mujeres para que pudieran potenciar sus negocios y mejorar su calidad de vida. El éxito ha sido posible gracias a las capacitaciones y la entrega de capital semilla que recibieron. ¡Seguimos!