Maribel tiene 23 años y es una de las mujeres indígenas que viven en la comunidad de Meyangual del municipio de Santa Cruz, ubicado en el departamento de Lempira en Honduras. Junto con otras mujeres –y como la gran mayoría de las mujeres rurales del mundo– su vida gira alrededor de la tierra. Juntas preparan la tierra para cultivar café, arroz, frijoles y maíz ¡Hoy queremos llevarte a las tierras de Lempira donde mujeres indígenas como Maribel luchan todos los días para cambiar su presente y su futuro!
Ahora es mejor que antes para muchas mujeres indígenas como Maribel
Ayuda en Acción lleva a cabo en la zona donde vive Maribel un proyecto financiado por AECID, junto con UNAH y CIAT. Se trata de preparar a la población, –poniendo el foco en las mujeres indígenas lenca– para que ante cualquier eventualidad (un desastre natural o, como en este caso, una pandemia) puedan aplicar una respuesta rápida y efectiva. El objetivo final: garantizar la seguridad alimentaria de la comunidad en la que viven y trabajan.
“Antes de participar en el proyecto yo vivía en San Pedro Sula, limpiando y realizando tareas en casas ajenas”, cuenta Maribel. En Honduras, el término “empleada doméstica” es de por sí una palabra peyorativa y discriminatoria.
Cuando trabaja en casa ganaba 1 500 lempiras al mes, para mí era muy poco porque no alcanzaba para los alimentos de mis niños. Trabajaba y trabajaba, pero el sueldo no me ajustaba, entonces volví al campo, a Santa Cruz, con mis padres.
Cuando la vida de Maribel cambió, no tenía muy claro cómo enfocar su futuro. Sentía, en cierto modo, que en la comunidad no había mucho trabajo que hacer. Fue su madre quien le animó a asistir a las reuniones y capacitaciones que Ayuda en Acción tiene en marcha en la comunidad.
El proyecto ayuda a Maribel y otras mujeres a salir adelante enseñándoles a construir planes para que puedan emprender sus propias empresas. Además de la capacitación profesional, apoyamos con insumos que les permiten tener sus propios cultivos de granos básicos y vegetales.
Pero Maribel no es la única de su familia para quien el proyecto que llevamos a cabo con mujeres rurales lenca está cambiando vidas. Maribel tiene dos hijas, aún muy pequeñas: Evelyn y Maryorie tienen solo uno y dos años, respectivamente. A pesar de su corta edad su vida ha dado un vuelco en poco tiempo. Cada día su mesa está llena de alimentos nutritivos que les permiten crecer de forma sana y hacer frente a uno de las enfermedades endémicas de la zona: la malnutrición.
Mitad para vender y mitad para consumo
Maribel no puede parar, es activa por naturaleza. Además del cultivo de la tierra, también vende ropa. Sin embargo, nos confiesa algo: “el cultivo del café y de granos básicos es mi pasión”. Esta entrega y dedicación en todo lo que hace le ha permitido sacar adelante su propio emprendimiento avícola. Hoy incluso anima a otras mujeres a seguir su ejemplo.
Yo tengo una tarea de finca donde cultivo café, vendo la mitad y otro para la familia, lo mismo ocurre con mi granja de gallinas y los demás cultivos.
Con el proyecto de Ayuda en Acción y AECID, un total de 183 familias tienen huertos. Otras 78 familias han sido capacitadas en uso y aprovechamiento de alimentos y 135 han emprendido pequeñas empresas de especies menores como las gallinas.
Mujeres indígenas en Meyangual: si se quiere, se puede
Con esfuerzo y tenacidad, Maribel se ha convertido en toda una lideresa. Ahora coordinadora del grupo de mujeres de la comunidad de Meyangual. Junto a otras mujeres han logrado que el 5% del presupuesto municipal sea invertido en proyectos donde la mujer tenga liderazgo y sean dueñas de su propio destino.
Dicen que la unión hace la fuerza y en este caso, podemos decir que es totalmente cierto. Las mujeres de este proyecto han podido levantar huertos, comprar insumos agrícolas para aumentar la producción agrícola e incluso crear granjas avícolas y de cerdos.
Acepté ser coordinadora porque vi actitud positiva de otras mujeres, pero necesitaban a alguien que las representara. Yo veo un futuro en que todas seremos independientes, con nuestros propios negocios para no depender de nadie más.
El proyecto ha logrado la conformación de 18 organizaciones comunitarias de mujeres. Pero las mujeres no han sido las únicas beneficiarias del mismo, ¡ni mucho menos! Se han beneficiado también 277 familias en todo el municipio de Santa Cruz. “Se ha hecho mucho”, dice Maribel, pero somos conscientes de que aún falta mucho más por hacer.
Ante desastres climatológicos, ¡se puede seguir adelante!
La resiliencia es uno de los componentes que Ayuda en Acción trabaja en la mayoría de sus proyectos, sobre todo en aquellos que tienen que ver con la agricultura y la ganadería. Ante desastres climatológicos las mujeres y especialmente las indígenas son uno de los grupos más vulnerables. Ellas corren grandes riesgos que las obligan, sin embargo, a mantenerse siempre en alerta y preparadas para hacer frente a cualquier adversidad.
Ha habido derrumbes y en algunos meses del año hemos tenido escasez de agua por la sequía. También hemos tenido que combatir plagas para no perder nuestros cultivos. El mal estado de las calles por las fuertes lluvias es un riesgo y nos impide salir cuando tenemos una emergencia.
Mujeres indígenas lenca han logrado que el 5% del presupuesto municipal de su comunidad sea invertido en proyectos donde la mujer tenga liderazgo. Clic para tuitear
Ayuda en Acción y los pueblos indígenas
Ayuda en Acción desarrolla en varios países de América Latina proyectos destinados a poner en valor las tradiciones, lenguas y culturas indígenas, fomentando además las economías locales y la educación.
Durante la emergencia de la COVID-19 hemos continuado dando respuesta a miles de familias, dotándoles de capacidades para que puedan empoderarse de sus propias iniciativas empresariales. Juntos y frente a la crisis generada por la pandemia, también #SomosAyuda para los pueblos indígenas.