La República de Nepal se encuentra hoy prácticamente estrenando su democracia, establecida hace un par de años tras una larga etapa de inestabilidad política. Sin embargo, las oportunidades de vida de sus habitantes siguen lastradas por una insuficiente reconstrucción tras los terremotos de 2015, altos niveles de pobreza y desigualdad, falta de materias primas y una larga lista de “pendientes” que impiden a la población nepalí el pleno ejercicio de sus derechos.
Para muchos, migrar es en este país la única puerta hacia una vida mejor. Se calcula que unos 1.600 nepalíes emigran diariamente, sobre todo a China y la India, gracias a una frontera abierta que les permite moverse y trabajar libremente por estos territorios. Pero tras esta realidad se esconde el peligro de caer en uno de los negocios ilegales más lucrativos del mundo: la trata de personas.
Sólo en Nepal, según el último informe emitido por la Comisión Nacional de Derechos Humanos del país, se registraron en 2016 unas 23.000 víctimas de trata. La mayoría de ellas son niños, niñas y mujeres. En Ayuda en Acción trabajamos en Nepal para poner fin a esta esclavitud del siglo XXI y ofrecer oportunidades para que las personas más vulnerables disfruten de una vida digna.
Nuestro trabajo contra la trata
La desigualdad de género en el país asiático es enorme. La mujer, por el mero hecho de serlo, es considerada una ciudadana de segunda categoría lo cual, sumado al conjunto de problemas que afectan al territorio, implica que labrarse un futuro se convierta en una carrera de obstáculos para el género femenino. Uno de los más comunes y peligrosos es la trata, en cuyas redes caen a diario entre 30 y 40 mujeres y niñas nepalíes.
Es el caso de Neeta, una de las jóvenes a las que ayudamos en Nepal: “Tenía 14 años cuando unos amigos me ofrecieron un trabajo como bailarina en Katmandú. Cuando llegué, el lugar era un club donde me obligaban a bailar medio desnuda para los clientes”, recuerda. Permaneció allí retenida una semana, nos cuenta su madre: “al principio no me atreví a acudir a la policía por si los vecinos pensaban que yo era una mala madre. Fui de club en club buscándola. Maiti Nepal y Ayuda en Acción me ayudaron a encontrarla. Ahora puedo morir tranquila, mi hija está aquí y tiene un futuro”.
Desde Ayuda en Acción trabajamos en Nepal desde 1984, donde combatimos la trata de mujeres, niñas y niños junto a la organización Maiti Nepal. Lo hacemos a través, entre otras acciones, de campañas de sensibilización, casas de acogida de menores o el rescate, asistencia legal y rehabilitación de las víctimas. Durante todas las intervenciones apostamos especialmente por la educación como herramienta fundamental para que las nepalíes consigan un medio de vida que permita su autonomía económica y, en definitiva, la libertad que nunca les debería ser arrebatada.
Conoce más historias sobre nuestro trabajo en movilidad humana visitando la página Ayuda en Acción: Operación Salida.