Construir una ciudadanía responsable y promover la participación activa de niños, niñas y adolescentes, no es una tarea fácil. Si es a través de las ondas, la cosa se complica aún más. Pero no es imposible. Lo sabemos porque utilizamos la radio en Perú para trabajar habilidades blandas y de expresión. Pero también (y de eso va este post) para prevenir la violencia machista o los embarazos adolescentes, o para ayudar a construir planes de vida. ¿Cómo lo hacemos? ¡Quédate para enterarte!
Un proceso de concienciación en el que la radio es la protagonista
Antes de comenzar a ser protagonistas de los programas de radio las niñas, niños y adolescentes que forman parte de este proyecto en Perú. Participan en programas de formación dentro de sus propias comunidades y después pasan a la segunda fase: dirigirse a las emisoras radiales con las que Ayuda en Acción tiene convenios para que realicen sus propios programas, siempre en directo. Ya hemos conseguido que a nivel nacional 600 menores participen en este programa. Solo en Cura Mori se benefician de él dos centenares de niños, niñas y adolescentes deseosos de que su voz se escuche más fuerte.
Pero hoy nos fijamos en los problemas de las niñas de la mano de Marla, una joven universitaria que hoy encamina su futuro y a la que le marcó poder expresarse en libertad a través de este proyecto.
Marla, una de las voces de la radio en Perú por la igualdad
Marla tiene 17 años y un futuro por construir, que ya ha empezado a recorrer. El entorno donde vive no es fácil. El agua en su comunidad escasea y el futuro se hace cuesta arriba. Fue una de las adolescentes de la pandemia: “no pude despedirme de mis compañeros y compañeras de la escuela primaria”, comenta con cierta tristeza. Hoy cuenta cómo haber participado en este proyecto de radio le hizo tomar la decisión más importante de su vida: “participar en los programas de la radio me ha permitido elegir mi carrera. Ahora estudio ciencias de la comunicación en una universidad de la región”.
Ella fue consciente enseguida del poder de la radio para amplificar la denuncia. Y lo hizo cuando tenía su programa junto con otros compañeros y compañeras de su edad: “había compañeros y adultos que nos acosaban en el colegio o de camino a él… Nos decían frases incómodas, nos silbaban… Incluso algunos lo hacían cuando estaban ebrios. Eso a mí no me gusta”.
A Marla la calle le parece peligrosa para las niñas y cree firmemente que la sociedad debe tener la madurez suficiente para enfrentar y cambiar eso que aún hay gente que opina que es normal: “para ir a la escuela tenía que caminar entre 15 minutos y media hora en medio de los arenales. Una vez una moto me siguió todo el camino y quería que subiera. Me asusté mucho y lo único que hacía era avanzar rápido o correr. A veces yo les enfrento, pero siento que nadie me respalda… Es más, a veces se burlan de mí porque piensan que lo que tenemos que aguantar es normal”.
Participar en estos espacios ha permitido a Marla saber que no está sola. Sin embargo, sus ojos se enjugan cuando recuerda que sus compañeras no han tenido la misma oportunidad que ella: “participar en los programas radiales me ha permitido darme cuenta de que no estaba equivocada, que el acoso sexual callejero no es normal y que las niñas (y en general las personas) tenemos derecho a decir cuando algo no nos gusta y no estamos de acuerdo”.
El problema del embarazo adolescente, uno de los que se tratan frecuentemente en esos programas de radio, es importante en su entorno: “de mi promoción del colegio solo dos estamos estudiando… Las demás todas salieron embarazadas y lo peor es que sus padres a veces arreglan cuando se comprometen con un adulto”.
Para que nadie deje la escuela antes de tiempo, o sin que él o ella quiera, ponemos en marcha proyectos como este no solo en Perú sino en otros países y continentes. Porque los derechos de las niñas son universales.
(*Artículo escrito por Ayuda en Acción Perú y editado por Noemí García Cabezas)