¿Sabías que la ganadería es responsable de buena parte de las emisiones de carbono? En un mundo cada vez más preocupado por el cambio climático, es crucial explorar formas innovadoras y prácticas sostenibles para reducir estas emisiones y promover una ganadería responsable. En Ayuda en Acción trabajamos en el corazón de El Salvador, en los municipios de San Alejo y Pasaquina, para transformar la realidad de 300 hectáreas dedicadas a la ganadería en el Área de Conservación del Golfo de Fonseca. Aquí te contamos cómo lo hacemos.
¿Por qué es importante que la ganadería reduzca las emisiones de carbono?
Cambiar la realidad de estas 300 hectáreas del Golfo de Fonseca no solo implica mejorar la gestión ambiental y la sostenibilidad de las actividades ganaderas en la zona, sino también generar un impacto positivo en las comunidades locales. La adopción de prácticas agrícolas y ganaderas más sostenibles puede proporcionar oportunidades económicas y mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región a largo plazo.
A través del proyecto "Establecimiento de fincas ganaderas resilientes y bajas en carbono", que Ayuda en Acción ha puesto en marcha con la colaboración entre el Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES), logramos un impacto positivo en múltiples niveles. En primer lugar, se ayuda a preservar y proteger el ecosistema único de la región, que alberga una diversidad de especies de flora y fauna. Pero también se contribuye a luchar contra el cambio climático al reducir las emisiones de carbono.
Acciones para el cambio
A través del establecimiento de fincas ganaderas resilientes y bajas en carbono apoyamos la gestión de la conservación y protección de las Áreas Naturales Protegidas. Para conseguir que el cambio sea efectivo fortalecemos las capacidades locales para el manejo de incendios forestales y la gobernanza ambiental en el Área de Conservación del Golfo de Fonseca.
El proyecto contempla, además, la georreferenciación de las parcelas de los beneficiarios y la construcción de 100 hectáreas de sistemas silvopastoriles, entre otras metas ambiciosas.
Biofábricas para nutrir la tierra
Actualmente, el equipo está inmerso en la construcción de seis biofábricas, un paso crucial hacia la sostenibilidad. Este proceso implica desde la cotización de materiales hasta la contratación del equipo constructor. La acción tiene lugar en el propio terreno donde se facilita a los beneficiarios materiales y equipos esenciales para la elaboración de productos agroecológicos. José Maximino Hernández, uno de los trabajadores de una biofábrica en el Cantón San Eduardo, La Unión, nos cuenta su experiencia: “Nosotros como grupo estamos trabajando en una Biofabrica. Con esta Biofabrica estamos empezando a aprender a fabricar de forma artesanal nuestros insumos, en ella se producen nutrientes para la tierra y las plantas, que además mantienen el cultivo sano y con baja incidencia de plagas o insectos, esto con el fin de no usar pesticidas”.
Una alternativa sostenible para la agricultura
En un contexto donde la agricultura tradicional a menudo tiene impactos negativos en el medio ambiente, proyectos como este se vuelven cruciales. Así nos lo cuenta María Concepción Ayala, de Cantón Horcones, La Unión, "Participar en este proyecto significa cuidar el medio ambiente, algo sobre lo que no teníamos ningún conocimiento. Con este nuevo modo de siembra que nos han enseñado cuidamos de la tierra y protegemos los de recursos de agua con ello ayudaremos a mejorar y minimizar el impacto del cambio climático en esta zona”.
Fundaciones como Ayuda en Acción y organismos como FIAES ofrecen alternativas, mostrando que es posible producir de manera amigable con el entorno y adaptarse a los desafíos del clima. Es una puerta abierta hacia un futuro sostenible, se trata de construir una base para que las generaciones futuras prosperen en armonía con la naturaleza.