El volcán Cotopaxi se encuentra ubicado en el cantón Latacunga, en la provincia ecuatoriana de Cotopaxi. A mediados de 2015 se observó un incremento importante de su actividad sísmica y a finales de agosto comenzaron las emisiones de vapor y la caída de ceniza. Esta situación afectó a las poblaciones rurales de las provincias de Tungurahua, Cotopaxi y Pichincha, incrementando el riesgo de la formación de flujos de materiales volcánicos.
Las primeras consecuencias de la caída de ceniza no tardaron en llegar a las fincas familiares: los cultivos y especialmente la producción de leche se vieron afectados, lo que repercutió directamente en los ingresos de las familias de la región. Esta situación también dejó al descubierto que era necesario fortalecer las capacidades locales, tanto de la población como de las instituciones, para hacer frente a los desastres naturales.
En esta región de Ecuador, las fincas campesinas son una mezcla de producción agrícola y pecuaria. Su producción agrícola concentra el 80% de la superficie sembrada en maíz suave, cebada y papa. Mientras tanto, la producción pecuaria se dedica a la crianza de ganado vacuno, porcino y ovino. A través de ambas y mediante diferentes formas de producción, las familias generan los ingresos necesarios para mantenerse.
“Además de los problemas con la producción agropecuaria, la principal afectación para las familias ocasionada por la activación del volcán Cotopaxi fue su descapitalización“, comenta Roberto Toapanta, presidente de la Junta Parroquial de San Juan de Pastocalle. “Muchas de estas familias comenzaron a vender el ganado ante la imposibilidad de continuar alimentándolo adecuadamente y tuvieron que hacerlo a precios bajos, algunos incluso tomaron la decisión de migrar a otras provincias”, concluye.
En este contexto, diversas organizaciones -con la financiación de la Oficina Europea para la Protección Civil y de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO, por sus siglas en inglés)- junto con la población y las autoridades locales, iniciamos un trabajo colaborativo para desarrollar el proyecto ‘Listos y preparados’. Ayuda en Acción Ecuador, presente en el país desde el año 1985, trabajó en el tercer resultado de este proyecto, poniendo en marcha experiencias piloto para mejorar la resiliencia de los sistemas de producción familiares con las poblaciones de montaña afectadas por el volcán Cotopaxi en Pastocalle y Mulaló.
Tras el trabajo con más de 50 familias beneficiarias y la colaboración de organizaciones locales, se consensuaron y acordaron varias iniciativas para aumentar la resistencia de la producción agropecuaria de las familias ante la caída de ceniza del volcán Cotopaxi. Estas iniciativas incluyeron la introducción de mezclas forrajeras mejoradas para la alimentación del ganado, adecuación de instalaciones agropecuarias, almacenamiento técnico de pasto, diversificación de cultivos, mejoramiento de la raza del cuy y el cultivo de cebolla; todo ello con su correspondiente proceso de capacitación.