Luz Marina vive en la comunidad nicaragüense de El Jocote, en Condega, una zona afectada por la sequía. Ha diversificado la media manzana de tierra que posee cultivando hortalizas, café y rosa de jamaica de forma intensiva, sostenible y ecológica para autoconsumo y para la comercialización.
Ella se define como una campesina feminista. Implementa medidas para proteger la naturaleza y es también apicultora. “Estoy haciendo un sistema de forestería análoga con el objetivo de restaurar el suelo y la biodiversidad, pero también para cosechar comida sana, saludable y amigable con el medio ambiente”, cuenta.
En total produce dos quintales de flor de jamaica deshidratada, una planta a la que se le atribuyen propiedades medicinales y terapéuticas, y que se adapta a condiciones de poca lluvia. El procesamiento y comercialización se hace a través de la Central de Cooperativas Las Diosas de la Fundación Entre Mujeres (FEM), a la que ella pertenece.
En la Central Las Diosas procesan vino, té y mermelada de flor de jamaica. Distribuyen los productos bajo la marca Las Diosas, que se comercializa en diferentes puestos de ventas como hoteles, restaurantes, supermercados y mercaditos campesinos. Las Diosas también procesa y vende miel y café orgánico. El café es exportado a Estados Unidos.
Sobre la rosa de jamaica
La Jamaica, como también se le llama, es considerada una planta resistente a las plagas e incluso puede ser cultivada en condiciones semidesérticas. Su cultivo genera trabajo en las familias, contribuye al equilibro agroecológico y facilita la creación de condiciones para la apicultura, un rubro que desarrolla la FEM.
Para su cultivo no se precisan de grandes extensiones de tierra y se ha popularizado debido a que garantiza otras alternativas alimenticias y de ingresos económicos a las productoras.
Se convirtió en una alternativa económica de pequeñas productoras de café de la FEM cuando perdieron sus plantaciones por la enfermedad de la roya en 2012.
“Hemos roto brechas de género y clase”
“Nos sentimos orgullosas porque como mujeres campesinas hemos roto varias brechas de género y de clase, somos sujetas económicas y de incidencia social. Tenemos el poder de decidir sobre nuestra vida y tomar nuestras decisiones”, dice Luz Marina.
Ayuda en Acción trabaja con la FEM desde 2022 y en la actualidad implementa un proyecto que busca fortalecer los sistemas de gobernanza en sus diferentes expresiones organizativas, así como su empoderamiento económico.
Otro de los objetivos del proyecto es que las mujeres y la juventud cuenten con competencias para la generación del autoempleo, promuevan la economía social y se inserten en los mercados inclusivos para generar ingresos económicos a sus familias. También se les provee de conocimientos y prácticas para prevenir la violencia basada en género.
Se está trabajando con 300 mujeres organizadas en 12 cooperativas asociadas a Las Diosas en 17 comunidades de los municipios de Pueblo Nuevo, Condega, San Juan de Limay y Estelí.
En Nicaragua desde Ayuda en Acción implementamos acciones que permiten que mujeres, hombres y juventudes productoras de los rubros de café, miel, granos básicos y otros productos accedan a asistencia técnica, capital semilla, créditos e insumos productivos, logrando mejorar su rendimiento y calidad productiva, y fortaleciendo así sus negocios, generando ingresos, creando autoempleo y fomentando el arraigo territorial.
(*Artículo escrito por C. Matilde Córdoba, responsable de Ayuda en Acción en Nicaragua)