El rebusque, como se conoce al trabajo informal en Colombia, es el único modo en el que muchas familias se ganan la vida. El confinamiento decretado en el país para hacer frente al coronavirus está dificultando que miles de personas puedan ejercer estos días derechos tan básicos como la salud o la alimentación. Descubre cómo, hoy más que nunca, #SomosAyuda frente al COVID-19 en Colombia.
Trabajo informal en Colombia: la historia de Rogelio
El protagonista de esta historia se llama Rogelio Montes, es colombiano y tiene 65 años. Desde hace más de 40, trabaja en la construcción cargando y descargando camiones repletos de ladrillos y arena. Hoy es uno de los miles de colombianos que no tiene qué comer debido al confinamiento.
Desde hace 20 años vive en La Fortaleza, Cúcuta, un barrio donde conviven población migrante, procedente sobre todo de Venezuela, población local y personas desplazadas que llegan huyendo de la violencia. Así, escapando de la violencia en Colombia, fue como Rogelio llegó a Cúcuta con solo 18 años.
Nos invita a entrar en su casa de paredes de tablas, techo de latas y sin ventanas. Allí vive con su esposa Doris, sus hijas Karent y Angie, y sus dos nietos. Rogelio es el único miembro del hogar que trabaja, aunque lleva un mes sin poder hacerlo debido a la alerta sanitaria que enfrenta el país. Como muchas personas en Colombia, vive del rebusque, es decir, de lo que salga en el día a día.
Al preguntarle cómo están viviendo la cuarentena, la voz le tiembla y pareciera quedarse sin respiración, como quien se asfixia en esta carrera que es la vida. Dice que no ha sido fácil, que a veces llora, pero a escondidas, que no desayunan, que la cena son las sobras del almuerzo, que los adultos aguantan, pero los niños no. No tiene pensión, tampoco recibe ningún subsidio por parte del Estado. Toda su vida ha vivido en la informalidad. La historia de Rogelio no es la única, sino que refleja la realidad que hoy viven la mayoría de las familias en Colombia.
Las cifras del rebusque
Si hablamos de trabajo informal, Colombia se sitúa a la cabeza mundial. Tiene un 61,3%, la tasa de empleo informal más alta del mundo, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Si a esta cifra le sumamos un 60% de población que vive en situación de pobreza multidimensional, la situación se complica. Además, el confinamiento no ha hecho más que poner al descubierto las brechas sociales que existen en el país. Un mes después de que empezara la cuarentena, muchas casas ya muestran pañuelos rojos en sus ventanas para señalar que allí no tienen nada que comer.
Frente a la COVID-19, #SomosAyuda
Desde Ayuda en Acción tenemos claro que todos somos vulnerables ante la alerta sanitaria por el coronavirus, pero no todos por igual. Por eso, en Colombia trabajamos para garantizar que las personas que lo necesitan accedan a unas condiciones de vida dignas, también durante la cuarentena. Hasta el momento hemos realizado campañas de sensibilización para prevenir la propagación del virus y entregado 665 kits de alimentos a las familias más vulnerables en Nariño, Cúcuta y Montes de María, con la intención de aliviar las tensiones y la angustia que genera el no tener qué comer durante el confinamiento.
Gracias a nuestra respuesta humanitaria, Rogelio y su familia no tendrán de qué preocuparse. Sin embargo, es urgente que las instituciones adopten las medidas necesarias para proteger a las familias más vulnerables ante esta crisis. Desde Ayuda en Acción seguiremos trabajando de forma coordinada con las autoridades y organizaciones del país para que nadie se quede atrás. Hoy, más que nunca, #SomosAyuda frente al coronavirus en Colombia.