Yoseling Moreno Zamora, productora nicaragüense de 28 años, identifica dos grandes cambios en su vida: "uno fue decidir sobre mi cuerpo y otro sobre mis ingresos económicos. Un gran cambio fue autonombrarme como una mujer campesina, no avergonzarme de mi arraigo y de mi identidad".
Ella es propietaria de una manzana de tierra en la comunidad Los Llanos 1, ubicada en Pueblo Nuevo, en el norte de Nicaragua. Siembra maíz, frijoles, chiltoma (chile dulce), naranja, bananos... Incursionó recientemente en el cultivo de rosa de Jamaica y de maracuyá. Pertenece a la cooperativa Copemujer e implementa un modelo agroecológico sostenible: "el año pasado coseché 20 quintales de maíz, 15 de frijoles y siete quintales y medio de Jamaica fresca", detalla.
Pero los cambios no han llegado de la noche a la mañana, y sin esfuerzo de por medio. Once años atrás inició los procesos de formación que le permitieron empoderarse y conseguir la autonomía que ahora tiene. “Cuando tuve a mi hija, con solo 16 años, no me imaginaba con tierras o con ingresos. Me miraba como una mujer en la cocina, lo que la sociedad, el patriarcado y el machismo nos han impuesto”, dice.
Pero hoy es una mujer diferente. Yoseling se ha formado en arte y feminismo y en huertos intensivos. Es promotora agroecológica e inspectora interna en la central de cooperativas Las Diosas. Todas estas formaciones las ha impartido nuestra socia local estratégica Fundación Entre Mujeres (FEM), con la que trabajamos temas de prevención de la violencia basada en género y fortalecimiento de capacidades para empoderar a mujeres rurales.
"Inicié mis procesos con Fundación Entre Mujeres en el año 2011 en procesos de salud sexual y reproductiva. Esto me permitió avanzar poco a poco en mi interés de aprender. Este taller me permitió decidir sobre mi cuerpo, decidir si quería volver a ser madre, cuándo quiero o no quiero tener relaciones con mi pareja. Estamos en la ruta de defender los derechos de las mujeres que vivimos en el campo", relata.
Yoseling califica estos procesos formativos como luz en su camino, pero reconoce también cierta responsabilidad en su persona: "yo también soy luz y puente para otras mujeres".
En el último semestre de 2022 en Nicaragua se han atendido a 4127 mujeres en procesos de sensibilización y prevención de la violencia basada en género a través de organizaciones socias estratégicas. De éstas, 1104 son sobrevivientes de violencia que han recibido atención psicosocial.
(*Artículo escrito por Matilde Córdoba, comunicación en Ayuda en Acción en Nicaragua)