La importancia de la Micro y Pequeña Empresa (MYPE) es indiscutible, tanto por su importancia numérica como por su capacidad de absorción de empleo. En el Perú, los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares 2000 – III muestran que una importante proporción de la PEA ocupada nacional trabaja en la microempresa, aproximadamente el 18,7 %, proporción sólo superada por la participación de personas trabajadoras y trabajadores independientes no calificados (36,7 %). Es significativo que en el Perú cada año se inician cerca de 300 000 emprendimientos, existiendo más de 100 000 emprendedores formales que generan unos 340 000 empleos directos. De este modo, Perú se ubica en el tercer lugar a nivel mundial de países con la mayor cantidad de emprendimientos en fase temprana según un informe de la ESAN.
Además, los jóvenes, entre los 18 y 36 años, representan cerca del 38 % del total de emprendimientos. Por ello, el énfasis en generar procesos de desarrollo económico y productivo, a partir de la formación de competencias orientadas a la generación de propuestas de emprendimiento e inserción laboral, es fundamental para generar cambios positivos en la vida de las personas.