Soluciones energéticas innovadoras para los servicios de salud
Presupuesto total
- 1.837.333 €
Población objetivo
- Personas que necesitan atención por causa de enfermedades comunes
Localización
- Choluteca, Lempira, Colón, Yoro, Intibucá y La Paz
Tras la crisis sanitaria originada por la COVID-19, la capacidad hospitalaria en Honduras alcanzó niveles críticos en los centros urbanos a mitad de 2020. Aunque luego se normalizó progresivamente, la presión sobre el sistema y los servicios para responder a la crisis permanece alta y existe una gran incertidumbre sobre el comportamiento futuro de la pandemia.
Un problema particular es que la necesaria concentración en la COVID-19 genera el riesgo de que otras morbilidades no sean cubiertas adecuadamente por los servicios de salud. Estas circunstancias aumentan el riesgo de que muchas personas, particularmente en zonas remotas, no puedan recibir el tratamiento médico que necesitan en el tiempo oportuno.
El proyecto disminuyó la saturación del sistema sanitario hondureño provocada por la pandemia y mejoró la cobertura y calidad de los servicios de salud a través del despliegue de Unidades Móviles de Atención Primaria de Salud. Estas unidades, diseñadas con contenedores marítimos reutilizados y con fuentes de energía solar y conectividad, sirven como unidades descentralizadas de atención primaria general y atención específica relacionada con la COVID-19.
Se llega al menos a 97 440 personas de todos los segmentos poblacionales que necesiten servicios de primer nivel de atención por causa de enfermedades comunes como el dengue, la malaria, la diabetes, la hipertensión, así como la atención en la etapa inicial de la COVID-19.
El proyecto funcionó bajo un modelo de alianzas público-privadas que, mediante mecanismos efectivos de gobernanza, impulsó una estrategia de sostenibilidad para transferir las clínicas a las regiones postergadas una vez pase la pandemia.
Se ensayó una solución experimental de infraestructura alternativa basada en la reutilización de contenedores marítimos fuera de uso, los cuales son reacondicionados para que sirvan como instalaciones de prestación de servicios de salud. El propósito general del test fue contribuir a aumentar la capacidad de atención del sistema de salud y ayudar a mitigar de forma innovadora el riesgo de saturación hospitalaria generado por la COVID-19. El testeo incluyó, además, el uso de energía solar para el funcionamiento de las instalaciones y la implementación de sistemas de telemedicina, así como otras soluciones innovadoras para salud.
A través de la telemedicina se agilizó la atención primaria (afinar los diagnósticos de los médicos en áreas rurales) y facilitó la valoración de pacientes en consultas programadas y las hospitalizaciones domiciliarias. Además, este proyecto tuvo como objetivo agilizar el manejo precoz de pacientes críticos antes de la llegada de los equipos de emergencias o su traslado a centros especializados de hospitalización; así como mejorar el rendimiento y la productividad del personal sanitario y el desarrollo de modelos de atención a pacientes crónicos.
• Instalación de 20 unidades móviles que ofrecen servicios médicos de atención primaria en municipios con limitado acceso a la red eléctrica.
• Generar KWp de energía renovable por las unidades móviles en zonas con pobre acceso a la red eléctrica.
• Garantizar la sostenibilidad de estas unidades a través del establecimiento de alianzas público privadas que mantengan la operación.
• Fortalecimiento del personal sanitario en telemedicina.