Cabo Delgado está caracterizado por unos altos índices de pobreza, con un 50% de la población viviendo debajo de ella. A nivel productivo, el sector primario es la principal fuente de subsistencia. A ello se le suma que la tasa de desempleo es mayor en las mujeres y en los jóvenes, siendo este problema agravado por el subempleo en estos grupos.
Como consecuencia de la violencia armada en Cabo Delgado, en noviembre de 2022, 1 028 743 personas fueron desplazadas internas en el Norte de Mozambique, 935 130 en la provincia de Cabo Delgado, un incremento del 9 % con respecto al año anterior. Las mujeres y los niños suponen más de la mitad de los desplazados. Las comunidades desplazadas han perdido sus medios de vida, se enfrentan a la falta de servicios públicos básicos y compiten por los recursos naturales con las comunidades de acogida. Sus condiciones generales de vida en los centros de alojamiento y en los lugares de reubicación son especialmente graves. Entre sus necesidades destacan la alimentación, el apoyo financiero, las actividades generadoras de ingresos y el acceso a la educación de los niños y adolescentes.
Frente a esta situación, el Gobierno de Mozambique llevó a cabo diferentes planes para la reconstrucción y el desarrollo de la región. Haciendo especial hincapié en la reconstrucción y la recuperación garantizando fuentes de ingresos, adoptando medidas y soluciones duraderas y buscando garantías de protección, salud y bienestar.