De acuerdo con Migración Colombia, a 31 de diciembre de 2020 había en Colombia 1 729 537 personas venezolanas, de las cuales el 44% contaba con el Permiso Especial de Permanencia, mientras que el 56% restante se encontraba en situación irregular.
Por ser uno de los principales pasos fronterizos entre Colombia y Venezuela, Norte de Santander es uno de los departamentos que más personas migrantes y refugiadas provenientes de Venezuela ha recibido.
Si bien el proceso de legalización, en Norte de Santander y Santander, ha ido avanzando, se han presentado nuevos desafíos y conflictos en las zonas de acogida, especialmente en las zonas urbanas de más alta vulnerabilidad. Entre ellos, destacan temas como la competencia de los espacios de trabajo, vivienda y acceso a bienes y servicios del Estado colombiano que están provocando situaciones de xenofobia y discriminación que deben ser atendidas.
Igualmente, los altos flujos migratorios fronterizos han incrementado la demanda de cupos en el sector educativo. Las infraestructuras de la región no cumplen con las medidas adecuadas, especialmente en el acceso a servicios de agua, higiene y saneamiento. El 70% de las instituciones educativas no tienen agua para el consumo, el 19% solo dispone de agua un día a la semana, el 23% no tiene sistema de almacenamiento, el 75% no utiliza sistemas de purificación y el 51% de las instituciones educativas no tiene energía eléctrica en las unidades sanitarias.