Nuestro trabajo se desarrolla en contextos frágiles, vulnerables al cambio climático, con una niñez que ve sus derechos vulnerados, con débiles mecanismos de gobernanza, sin acceso a energía eléctrica y con indicadores latentes de exclusión.
Desarrollamos mecanismos de protección a la niñez indígena y afrohondureña impulsando el desarrollo de juventudes rurales e indígenas mediante un movimiento social que reivindica sus derechos.
Aseguramos el acceso inclusivo a la educación de menores mediante mecanismos de innovación. Además, prestamos especial atención al programa de desarrollo infantil temprano, que incluye desarrollo cerebral, mecanismos nutricionales, apego, etc.
Si hablamos de energías renovables, impulsamos soluciones mediante la implementación de modelos de gestión de recursos sostenibles. Propiciamos la ampliación del manejo de cinco áreas naturales protegidas y parques nacionales en el país, desarrollando modelos climáticamente inteligentes.
Asimismo, impulsamos mecanismos de gestión de riesgos en cadenas de valor y apoyamos la formación de mercados inclusivos, escalando mecanismos de agricultura resiliente a partir de metodologías e iniciativas de éxito contrastado.
Apoyamos iniciativas de “startup tecnológicas” para generar recursos entre la población joven con enfoque en la juventud rural indígena. Apoyamos la diversificación de los medios de vida de las familias, basados en las realidades del contexto y anclados a mercados justos y solidarios.
Por último, escalamos las plataformas de “Gobernanza Territorial Compartida” a nivel nacional. Impulsamos la iniciativa “Regiones Gestoras de Desarrollo” con el fin de articular esfuerzos de inversión basados en las potencialidades del territorio y gestionamos la integración de consejos consultivos para mantener una agenda de desarrollo focalizada y flexible de acuerdo a las realidades del contexto.