Esta es una implementación de nuevos modelos más compatibles y adaptadores en un contexto que puede dar respuesta las necesidades de la población, como es el caso de la propuesta que propone este proyecto.
Ayuda en Acción llevó a cabo estos años la implementación de diferentes tipologías de vivienda de transición, realizada caso todas ellas con bambú. La monitorización de las soluciones permite detectar una serie de necesidades que se pretenden solucionar con el nuevo diseño, para adaptarse mejor la población.
Se tomará como colectivo prioritario a la población desplazada en general y las mujeres en particular. La vulnerabilidad a la que se enfrentan como mujeres y niñas refugiadas, que suponen caso el 50% de las personas que tienen que abandonar sus hogares por la fuerza, se incrementa por la combinación de los factores de género y desplazamiento. Todas las personas refugiadas tienen que enfrentarse a obstáculos mayúsculos, pero en el caso de las mujeres estas dificultades se multiplican exponencialmente, derivadas de la falta de acceso a derechos, factores culturales y situación socioeconómica y jurídica. En el caso de familias monoparentales, que en diversos conflictos supusieron más del 25% de las mismas, presentan una dificultad añadida para sacar adelante ellas solas a sus hijos e hijas, lo que supone una mayor posibilidad de exclusión y precariedad.