Las intensas lluvias han venido perjudicando a los departamentos del norte de Perú desde el mes de enero, y sus efectos destructivos se han unido a los de la formación del ciclón Yaku frente a la costa. Esto llevó al Gobierno a emitir una Declaración de Estado de Emergencia por daños que cubre 1 056 distritos (el 55 % del total nacional) de las regiones de Cajamarca, La Libertad, Lambayeque y Piura, ya antes en declaración de emergencia por riesgo de dengue y zika. Sin embargo, entre estas regiones, la más afectada ha sido Lambayeque con cerca de 66 713 personas impactadas y más 508 millones de soles registrados en pérdidas económicas.
A nivel de infraestructura, las lluvias han dejado cerca de 1 172 viviendas destruidas, 2 569 inhabitables y 12 387 afectadas, lo que ha generado que cerca de 5 000 personas hayan sido trasladadas a albergues temporales habilitados en diversos espacios de los distritos en mención, tras los desbordes de ríos de Lambayeque, como el afluente La Leche.
Aún más, el 48 % de afectados por los efectos de las inundaciones son niños, niñas y adolescentes; de estas cifras, cerca de 32 022 estudiantes no han podido retomar sus clases al estar gran parte de la infraestructura dañada. Todo ello, unido a la separación de la estructura familiar y el entorno social -muchas familias han abandonado sus hogares y se han cobijado en albergues y casas de familiares y, en varios casos, los adultos han de buscar medios de vida, dejando a sus menores desatendidos-, viene causando inestabilidad y sufrimiento emocional en mujeres, niños y niñas, y ha incrementado el riesgo de que sufran violencia física, psicológica y sexual.