El proyecto se ubica en comunidades de los municipios de Tacuba y Metapán, en los departamentos de Ahuachapán y Santa Ana respectivamente. En estos territorios, el 8,1% de los hogares se encuentra en extrema pobreza y el 26,8% en pobreza relativa. El uso de la tierra está destinado principalmente a la producción de maíz, sorgo y frijol asociados con frutales.
En las comunidades rurales de Tacuba y Metapán las condiciones de habitabilidad de las viviendas son lamentables. Más de tres cuartas partes de las familias no cuentan con servicios básicos para vivir de manera digna. El deficiente acceso al servicio de agua y alcantarillado, a la energía eléctrica, la mala disposición de residuos sólidos y líquidos, el hacinamiento, los pisos y paredes de tierras que generan mayor insalubridad son condiciones muy habituales en las viviendas.
Asimismo, no existen unas canalizaciones adecuadas para el suministro del agua a las viviendas y tan solo el 12 % de las familias implementan métodos de purificación del agua. Además, el 28 % no dispone de infraestructuras de saneamiento básico ni de gestión de aguas residuales. Por otro lado, la mayoría de las familias sigue empleando madera para construir sus viviendas y como combustible para cocinar.