Una escuela que rompe barreras promueve un sistema educativo inclusivo que tiene en cuenta la diversidad de necesidades y capacidades del alumnado y elimina toda forma de discriminación, así como los obstáculos a la participación. También defiende un sistema sustentado en el firme liderazgo del equipo directivo, la mejora de la práctica docente, la participación de todos los agentes clave de la comunidad escolar (equipo docente, alumnado y familias), con especial énfasis en la infancia, y el compromiso de las Administraciones públicas a favor de la inclusión.
El decálogo de Ayuda en Acción para garantizar una educación inclusiva en España es:
- Una escuela que respeta los derechos de la infancia y la adolescencia, reconoce sus capacidades y fomenta que expresen sus opiniones y que estas se tengan en cuenta.
- Una escuela liderada por un equipo que involucra a toda la comunidad educativa en la toma de decisiones.
- Una escuela que se comunica de forma positiva con las familias y fomenta su participación.
- Una escuela cuyo profesorado continúa formándose.
- Una escuela donde la enseñanza y aprendizaje parten de las motivaciones del alumnado y de evidencias científicas.
- Una escuela que evalúa el progreso del alumnado de forma global, teniendo en cuenta sus diferentes capacidades.
- Una escuela que revisa los contenidos y currículo desde un enfoque de diversidad e igualdad de oportunidades de niñas y niños.
- Una escuela digitalizada.
- Una escuela que no trabaja de forma aislada y se integra en una comunidad de práctica docente.
- Una escuela que fomenta una comunidad de aprendizaje en el barrio.