Contribuir a mejorar la calidad de vida de familias rurales en Chiquimula, Zacapa y Huehuetenango
Presupuesto total
- 600.000 €
Población objetivo
- Familias rurales de 23 comunidades
Localización
- Chiquimula, Zacapa y Huehuetenango
En su mayoría la población guatemalteca es vulnerable a inseguridad alimentaria y según el Sexto Informe Mundial sobre Crisis Alimentaria 2022, registró más de 3,7 millones de personas en crisis alimentaria, un incremento en relación a 2021 debido a los huracanes Eta e Iota, siendo el segundo país con mayor crisis alimentaria de América Latina y el Caribe.
La situación se agrava por las recurrentes sequías, tormentas y el fenómeno El Niño-Oscilación Sur, lo que evidencia que el Cambio Climático agudiza vulnerabilidades socioeconómicas de la población e incide en sus condiciones de vida, pues factores dependientes del clima son decisivos para actividades productivas importantes como la agricultura. En 2010 Guatemala fue el segundo país de la región más afectado por el Cambio Climático y uno de los diez países ambientalmente más vulnerables a este fenómeno a nivel mundial, con más de 80 % del PIB producido en zonas de riesgo a desastres y 21 % de su población en riesgo climático directo (UNICEF, 2012).
El trabajo es la principal fuente de ingresos familiares, pero, según la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos 2021 (INE, 2022) la tasa bruta de ocupación se sitúa en un 61,6 %, con unos salarios mensuales menores al mínimo vigente, que en promedio son de Q 2 260 (246 euros) (Política General de Gobierno 2020-2024).
La situación socioeconómica de Guatemala se complicó con la COVID-19. La población, principalmente rural con economía de subsistencia, ha mantenido actividades productivas sin aplicar adecuadamente protocolos para evitar contagios y una gran mayoría sin vacunarse, pues al 4 de junio 2022 solo el 37,1 % de la población estaba completamente vacunada (MSPAS, 2022). La CEPAL (2020) pronosticó que la pandemia COVID-19 aumentaría la pobreza y pobreza extrema en la región en dos puntos porcentuales, que significó que a final de 2020 el 57,1 % de guatemaltecos eran pobres y 23,6 % con pobreza extrema.
El proyecto tiene como propósito contribuir a mejorar la calidad de vida de familias rurales en Chiquimula, Zacapa y Huehuetenango, para lo cual se ejecutarán acciones específicas orientadas a lograr el aumento inclusivo y resiliente de ingresos económicos de familias rurales. La lógica de intervención del proyecto parte de actividades diseñadas para alcanzar tres resultados estratégicos.
Más de 20 años de experiencia en cooperación internacional. Impulsa metodologías y evidencias de campo incluidas en políticas y estrategias de gobiernos nacionales y de Centroamérica, en temas de seguridad alimentaria, gestión integral del riesgo y agroclimas. Ha sido coordinadora técnica de reducción de riesgos de desastres y agroclimas y coordinadora de la iniciativa y consorcio del corredor seco en el convenio CA-4.