“Antes no se veía esto. A mí me hubiera gustado conocer estos derechos cuando era niña para así también reclamar lo que nos correspondía. Si antes hubiera habido más participación de niñas, niños y adolescentes y se nos hubiera tomado en cuenta, ahora tendríamos más progreso y más desarrollo, sobre todo, en las comunidades rurales”.
Eida, maestra de escuela en la Amazonía de Bolivia y madre de una niña apadrinada.