“Nos cuesta hacer actividades en grupo porque no podemos hablar a la vez y a veces cuando la maestra explica no podemos verla ni oírla bien. En mi familia no tenemos dinero para contratar más Internet, pero aun así tengo suerte porque otros compañeros me han dicho que ni siquiera tienen teléfono en casa”.
Óscar, de 13 años, no tiene los suficientes recursos para poder estudiar a distancia durante el confinamiento.