En el marco del proyecto Education4ThePlanet, el 28 de mayo se celebró en Galicia el foro "Mujeres activistas por el clima: una mirada al rural y la moda sostenible", con la presencia de mujeres gallegas y emprendedoras de Nicaragua, de visita en España en el marco de uno de nuestros proyectos de cooperación al desarrollo financiados por Xunta de Galicia.
En el foro se han tendido puentes entre dos realidades geográficamente dispersas, pero con muchos puntos y retos en común. Además, hemos conocido historias de emprendimiento juvenil a través de la muestra de prendas de moda sostenible elaboradas por estudiantes de centros con los que hemos trabajado a lo largo del curso en el marco del proyecto Education4ThePlanet.
Empoderar a la juventud gallega en el activismo climático
Durante la primera parte del evento, y tras el mensaje de bienvenida de la delegada territorial de Ayuda en Acción en Galicia, Lorena Boga, hemos contextualizado el proyecto en el que se enmarca este evento. Education4ThePlanet tiene entre sus objetivos empoderar a la juventud gallega para alzarse como activista por el clima, poniendo en valor el aporte del rural y de las mujeres.
Precisamente han sido estas últimas las protagonistas de la mesa redonda que se abrió a continuación, y en la que participaron cinco ponentes. Todas ellas son mujeres mujeres emprendedoras que apostaron por un modelo de vida y de trabajo en el entorno rural, pero también optaron por asegurar la sostenibilidad de sus oficios como fórmula de garantía para el mañana.
Ángeles Mellé, presidenta de la Asociación O Fiteital de Malpica de Bergantiños a través de su testimonio nos acercó al oficio de “redeiras”, un oficio imprescindible para posibilitar la pesca en Galicia como factor clave de la economía. También conversamos con Dolores Porto, ganadera y agricultora que custodia, en el corazón de Galicia, una huerta y una granja íntegramente ecológicas. La última ponente gallega fue Paula Jarque, asentada en la localidad de Vilariño de Conso, donde regenta la Ganadería Val do Conso, una explotación caprina con enfoque regenerativo basado en el buen trato animal y en la gestión sostenible del territorio.
Por parte de Nicaragua, Emely López y Francisca Lazo fueron las dos ponentes participantes en el foro. Desde el municipio de Tepalneca (departamento de Madriz), luchan contra los fenómenos naturales que ponen en peligro los medios de susbistencia de sus comunidades. Ambas trabajan en diferentes emprendimientos de producción de lácteos, que además cimentan las bases para la sororidad y el empoderamiento femenino a través de la independencia económica.
Publicación y desfile complementaron el foro
El evento sirvió además para presentar uno de los productos que vertebran el proyecto Education4ThePlanet. Mujeres que transforman el mundo. Historias de activistas por el clima en Galicia y Nicaragua es una publicación que parte del modelo hecho en otras ediciones del Education4ThePlanet que Ayuda en Acción ha ejecutado en territorios como Extremadura, Baleares o Andalucía.
Se trata de una publicación de carácter colaborativo porque para su creación, el alumnado de secundaria con el que hemos trabajado durante la ejecución del proyecto, ha podido entrevistar a varias de las mujeres que aparecen en esta publicación.
El broche final del Foro vino de la mano de tres grupos de trabajo integrados por universitarias del Grado de Gestión Industrial de Moda del Campus de Ferrol (UDC), que han podido mostrar sus prendas upcycling y acercar al público esa fórmula transgresora de la moda sostenible frente a la moda industrial o fast fashion.
Las universitarias han desfilado acompañándose de la proyección de unos vídeos en los que se explicaba la colección y la marca. Aturuxo es una colección de tres outfits upcycling que habla de la historia migratoria, tan característica en Galicia. Las tres chicas detrás de Ruxe han mostrado sus prendas más relacionadas con la fiesta y la nocturnidad pero siempre con un mensaje claro de denuncia: “no planet, no party”. El último grupo de trabajo, con su marca Empi Studios, mostró las múltiples posibilidades de la tela vaquera bajo un mensaje contestario: para la producción de un pantalón vaquero, se necesitan más de 3000 litros de agua.
Este espacio ha servido para poner de manifiesto que otras fórmulas son posibles, que el emprendimiento en el rural necesario y sostenible, generando reconocimiento social y económico que en el caso de las mujeres, ha sido históricamente silenciado.