Susana Guzmán y María Rocío Muñoz, científicas del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea “La Mayora” del CSIC, se encuentran esta semana junto con Ayuda en Acción en Honduras para aplicar y transferir conocimiento a dos organizaciones cacaoteras lideradas por mujeres en Jutiapa y Balfate. El objetivo del proyecto que visitan es transformar la cáscara de cacao en envases 100% biodegradables, mejorando así la cadena de valor del cacao, principal fuente de ingresos para estas comunidades. La visita coincide con la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
El proyecto, que lleva casi un año en ejecución y cuenta con el respaldo de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), se centra en tres pilares fundamentales:
- 1. El diseño y prueba en los laboratorios de La Mayora (Málaga) de un prototipo de envase a partir de la cáscara de cacao, utilizando muestras de los cultivos locales.
- 2. La transferencia de conocimiento por parte de las científicas a las productoras, para que puedan aplicar la estrategia adaptada a sus recursos y contexto.
- 3. La divulgación de la experiencia en espacios multinivel y multiactor, en el marco de la Agenda 2030, una vez implementada la innovación.
Este proyecto, que promueve la sostenibilidad ambiental, impulsa también la transición de un modelo económico lineal hacia uno más circular, donde se apuesta por la reutilización y la producción más eficiente del cacao, reduciendo el impacto negativo sobre el medioambiente que tiene la habitual quema de la cáscara para obtener la pulpa y las semillas.
Aplicación de la innovación al contexto de las comunidades rurales
El proyecto, y el viaje en sí mismo, tiene el objetivo de transferir conocimiento desde el IHSM La Mayora del CSIC de una manera sencilla, acompañando en su implementación a las 20 mujeres cacaocultoras de las organizaciones COPROASERSO Y CHOCOMERS. Las científicas andaluzas se han desplazado a Balfate para capacitar a las mujeres que lideran ambas cooperativas sobre cómo obtener un bioplástico a partir de la cáscara de cacao, utilizando para ello materiales locales accesibles a las propias comunidades como son la cáscara de la mazorca de cacao, mezclado con sustratos de cera, papel, tela, disolvente y aplicando mecánicamente calor a diferentes temperaturas.
La transferencia de conocimiento se lleva a cabo a través de un intercambio directo de saberes entre científicas y mujeres cacaocultoras. Estas últimas aportan su experiencia en el manejo de diferentes variedades de cacao y la elaboración de productos derivados como mantequilla, barritas, bolas de chocolate y cacao en polvo. La formación es práctica y experimental, con múltiples pruebas que buscan que las participantes logren desarrollar un bioplástico estandarizado con su propia firma o logotipo, cumpliendo los requisitos de calidad necesarios para su comercialización.
Economía circular frente al cambio climático
El proyecto busca aprovechar los restos vegetales de cacao, que normalmente se acumulan en las fincas o se queman, contribuyendo al cambio climático, para convertirlos en bioenvases 100% ecológicos. Estos bioplásticos, fabricados de forma respetuosa con el medio ambiente, se usarían para la conservación y venta del cacao y otros productos, reintegrando estos residuos en la cadena productiva. Además, el proyecto pretende mejorar la cadena de valor de este rubro, involucrando a las cooperativas locales en la fabricación de estos envases. Esta iniciativa también fomenta una economía más resiliente, adaptada a los retos del cambio climático y la creciente escasez de recursos en la región.
La alianza entre Ayuda en Acción y el IHSM La mayora-CSIC-UMA
El trabajo conjunto entre Ayuda en Acción y el IHSM La Mayora comenzó en 2015, formalizándose finalmente en un convenio interinstitucional en 2016 y renovado en la actualidad. Desde entonces, se han impulsado proyectos de innovación agropecuaria en Bolivia, Ecuador y Etiopía. Estos proyectos buscan promover innovaciones y transferir el conocimiento científico, con el fin de resolver problemas agrícolas en países en desarrollo a través de la cooperación multiactor y multinivel. El Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea “La Mayora” (ISHM), perteneciente al CSIC, es uno de los centros de investigación más avanzados del mundo en horticultura intensiva y fruticultura subtropical. “La Mayora” introdujo el cultivo de la fresa en Huelva y, ya en los años setenta, el aguacate y el mango en Málaga y Granada. También se implantaron estrategias sostenibles para el control de plagas y enfermedades como las producidas por la mosca blanca en el tomate y el oídio en el melón.