Frente a la crisis de la COVID-19, nuestro modelo de cooperación a través del apadrinamiento se hace más necesario que nunca. La ayuda de los padrinos y madrinas es fundamental para que las niñas y niños en situación de pobreza y vulnerabilidad no se queden atrás en esta pandemia. Hoy queremos demostrártelo viajando a Colombia y compartiendo contigo la historia de Eliana, una niña apadrinada de ocho años que nos cuenta cómo está viviendo estos días. Te invitamos a leer la carta que, con mucha ilusión, ha escrito estos días para su madrina en España.
COVID-19 y apadrinamiento en Colombia: la carta de Eliana a su madrina
"Querida madrina:
Mi nombre es Eliana Maribel Muñoz, tengo ocho años. Me siento muy feliz de que me ayudes a mejorar mis oportunidades de vida. Te escribo esta carta porque quiero contarte cómo han sido mis días durante la pandemia. Vivo con mi mamá y papá en la vereda Minda, ubicada en el municipio de Yacuanquer del departamento de Nariño, y curso grado segundo en el Centro Educativo Minda. Estoy rodeada de la naturaleza y animalitos. Durante la pandemia está dura la situación, porque ya no es como antes, nosotros salíamos a jugar y reírnos con el profesor, pero ya no podemos. Extraño mucho el colegio y mis amiguitos, pero como estamos en cuarentena puedo compartir el tiempo con mi familia.
Desde hace algunos meses estudio en mi casa. No ha sido fácil: nosotros no tenemos ordenador ni acceso a Internet. Por eso mi mamá o papá tienen que estar recargando con datos móviles el celular para que el profesor me envíe las guías y talleres. A veces mis papás no tienen para recargar el teléfono, y esos días no puedo estudiar. Todas las tardes debo llamar al profesor para que me explique las tareas y cuando mis padres terminan sus actividades en el campo me acompañan mientras hago los trabajos. Al día siguiente, vuelvo a llamar al profesor y me dice si la tarea quedó bien o mal. Es muy difícil y me siento muy triste porque a veces no logro entender bien. Extraño tener al profesor a mi lado para preguntarle sobre las guías.
Me gusta vivir en el campo porque comparto con mi familia y mis animalitos, con la vaquita, la yegua, el conejo y los cuyes (cobayas). También tengo puerquitos y los tengo gordotes. Ahora, ellos son mis compañeritos y mejores amigos. Además, a veces con mi mami nos subimos a la yegua y vamos a recoger la hierba para alimentar los animales. Me hace muy feliz subirme a la yegua, me siento libre. En las mañanas, acompaño a mi mamá a deshierbar y sembrar las semillas en la huerta que tenemos en la casa. Es muy bueno, porque siempre tenemos alimentos saludables y durante la pandemia no hemos tenido que salir a comprar comida al pueblo. Cuando tengo tiempo juego a saltar el lazo o a la cocinita con tarritos y hojitas que hay en mi casa. Aquí en el campo soy muy feliz, respiro aire puro y observo las aves. ¡Mis animales preferidos son las mariposas!
Estoy muy preocupada porque no quiero que el virus llegue a nuestras veredas. Espero encontrarme pronto con mis compañeritos de la escuela y con los niños y niñas de “Herederos del Planeta”, un grupo de niños, niñas y jóvenes que hacen talleres para cuidar el medio ambiente y conocer las labores del campo en Nariño. Me gusta mucho porque investigamos aves, tenemos una huerta y hacemos cremas de caléndula.
Quiero agradecer a Ayuda en Acción y a ti, madrina, por estar pendientes de nosotros y apoyarnos con semillas para nuestras huertas. A todos los niños y niñas quiero decirles que para salir siempre debemos usar el tapabocas y estarnos lavando las manos muchas veces en el día para que el virus no nos llegue".
Con cariño:
Eliana Maribel Muñoz.