La situación del acceso al agua potable en Ecuador sigue siendo alarmante, con importantes disparidades que afectan especialmente a las comunidades rurales. Según datos recientes, tres de cada diez personas en el país carecen de acceso a este recurso vital, una proporción que se agrava en las áreas rurales, donde la cifra alcanza a cinco de cada diez habitantes. Esta realidad conlleva riesgos significativos para la salud, ya que un alto porcentaje de la población rural se ve obligada a consumir agua contaminada, aumentando así la incidencia de enfermedades relacionadas.
Impacto global y necesidad de acción
Pero la problemática del acceso al agua potable no es exclusiva de Ecuador, sino que es un desafío global que afecta a una de cada tres personas en el mundo. Las consecuencias son dramáticas, con más de 1000 niños y niñas menores de cinco años falleciendo diariamente debido a enfermedades asociadas con la falta de acceso a agua potable y un saneamiento adecuado. Esta alarmante cifra equivale a una muerte cada 90 segundos, subrayando la urgencia de abordar esta crisis.
La importancia de la igualdad en el acceso al agua
Cerrar las brechas de desigualdad en la accesibilidad, calidad y disponibilidad del agua potable es esencial para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esto requiere un cambio fundamental en la forma en que se percibe, valora y gestiona el agua. La inversión en la mejora de los sistemas de suministro de agua no solo tiene beneficios en términos de salud pública, sino que también genera un impacto económico positivo, reduciendo los costos sanitarios, aumentando la productividad y previniendo muertes prematuras.
Desafíos del agua en Ecuador: compromiso y acciones concretas
Ante los desafíos del agua en Ecuador, diversas organizaciones y entidades han tomado medidas significativas en el país. La creación de la Escuela Nacional del Agua y la implementación de programas como el "Reto 10K" son ejemplos concretos de estos esfuerzos. Este último proyecto, financiado por la iniciativa privada "Sumar Juntos", busca garantizar el acceso al agua potable para 10 000 personas en comunidades rurales de cuatro provincias ecuatorianas. Este compromiso no solo representa una inversión en infraestructura, sino también una promesa de equidad y desarrollo para aquellos que históricamente han enfrentado dificultades en la obtención de agua limpia y segura.
El agua: una oportunidad de desarrollo
La importancia del acceso al agua potable como un derecho humano fundamental ha sido destacada por diversas voces, incluyendo representantes de la iniciativa privada y organizaciones de ayuda. José Luis Álvarez, de "Sumar Juntos", enfatiza la rentabilidad y los beneficios sociales de invertir en agua, saneamiento e higiene: “Si los países no redoblan sus esfuerzos en materia de saneamiento, agua potable e higiene, seguiremos conviviendo con enfermedades que deberían haber sido consignadas hace mucho tiempo. Invertir en agua, saneamiento e higiene es rentable y bueno para la sociedad de muchas maneras, porque es la base esencial de una buena salud, por esta razón asumimos el Reto 10k junto Ayuda en Acción”.
Por su parte, Carlos Hernández, director nacional de Ayuda en Acción en Ecuador, subraya la necesidad de que el agua deje de ser un privilegio y se convierta en una oportunidad de desarrollo para todas las comunidades, independientemente de su ubicación geográfica o situación económica: “Sin agua no hay desarrollo, y sin desarrollo es imposible erradicar la pobreza. Por esta razón, en Ayuda en Acción llevamos más de 37 años en Ecuador defendiendo este derecho fundamental, que no debería ser un privilegio sino una oportunidad de desarrollo para las economías locales”.
Sostenibilidad y conservación ambiental
Para garantizar la sostenibilidad de los sistemas de agua potable es crucial impulsar el empoderamiento comunitario y acciones de protección ambiental. Esto incluye iniciativas como la reforestación y el cercado de zonas de recarga hídrica, llevadas a cabo a través de la colaboración comunitaria.