El futuro en México está lleno de trabajo y de ayuda, por eso estamos allí. Puebla, ubicado en el centro-oriente del país, es uno de los estados con más habitantes. En sus zonas rurales existen índices altos y muy altos de marginación. A ello se suma una gran vulnerabilidad y altos niveles de inseguridad alimentaria. Pese a todo, y gracias a los proyectos que ponemos en marcha con apoyo de miles de socios y socias, la gente de Calpan mira al futuro con esperanza.
Una de esas zonas rurales de Puebla donde trabaja Ayuda en Acción es Calpan. Allí el 80% de sus habitantes están en situación de pobreza y un 25% en pobreza extrema. Ante esta realidad, Ayuda en Acción desarrolla en México el proyecto Sierra Nevada. ¿Su objetivo? Generar oportunidades para niñas, niños y adolescentes a través de emprendimientos y actividades que promuevan condiciones de vida favorables a medio y largo plazo.
El futuro en México pasa por trabajar la tierra: el caso de la Biofábrica
Trabajar con las comunidades a diario nos permite conocer sus necesidades, su gente y sus costumbres. Nos da un panorama de lo cotidiano y cómo nuestra participación, en conjunto, busca un bienestar para todas las personas que forman parte de ellas. Ejemplo de esto es el proyecto de creación de una Biofábrica, cuyo objetivo es generar vida a través de la recuperación de los suelos. Así lo menciona Arturo Ramírez, un joven que se vio obligado a migrar dos veces y que, años después y gracias a nuestro proyecto, ha recobrado la confianza de trabajar en su propia comunidad.
En Calpan la mayoría de su población vive de la agricultura. En sus tierras se cultiva aguacate, durazno y otras frutas que se cubren de plagas con facilidad. Era urgente y necesario dar una solución a este problema. La labor de la Biofábrica consiste en elaborar insecticida hecho a base de ajo, chile, alcohol y agua para desinfectar las tierras y evitar que las plagas echen a perder sus cosechas.
A partir de la creación de la Biofábrica, Arturo asegura que han notado un cambio significativo en la cosecha. Esto les permite poder hacer planes que mejoren la vida de sus familias:
Antes perdíamos grandes cantidades de fruta debido a los insectos que llegaban a nuestras parcelas. Con el producto orgánico que hemos creado en la Biofábrica hemos conseguido alejar a las plagas debido al aroma que desprende.
Él, junto con el resto de hombres que trabajan en la Biofábrica, cuentan emocionados que ahora sueñan con proporcionar una mejora en la salud de toda su comunidad gracias a mejores alimentos. Pero no solo se queda ahí: si todo marcha según lo esperado, podrán generar más empleo que haga posible que la juventud no tenga que migrar al extranjero para dar una estabilidad a sus familias.
A este proyecto he invitado a mi hijo, pero en ocasiones no puede venir porque se queda a cargo de la casa. Lo que queremos es que en diez, veinte o treinta años esto cambie para que él y otros jóvenes se interesen en continuar con esta labor, y gracias a Ayuda en Acción podremos realizarlo y que sea un éxito compartido.
La clave para un futuro con oportunidades está en el esfuerzo comunitario
El caso de la Biofábrica es solo uno de los proyectos que han surgido en Calpan y que dan muestra de que algo está cambiando en la comunidad. Ahí encontramos a Marisol Flores, de 26 años, que participa en el proyecto de Maíz Pozolero. Pero Marisol no es una más: participa y colabora en nuestros proyectos de forma muy activa como parte de la organización:
Años atrás me di cuenta de que nuestra comunidad no estaba unida, por eso ningún proyecto conseguía salir adelante. Cuando Ayuda en Acción nos brindó asesorías para impulsar nuestras capacidades laborales, observé que la gente se unía y comenzaba a hacer cosas importantes.
Según Marisol, antes la gente tenía miedo de lograr sus metas y de tener éxito. En Calpan a la gente le costaba mucho imaginarse una vida mejor y que podían tener mayores beneficios con sus propios esfuerzos. Hoy en día es notable el cambio de actitud de la gente en la forma que ven el futuro de sus emprendimientos: se sienten seguros.
Si bien en el proyecto de la Biofábrica participaban mayoritariamente hombres, en el de Maíz Pozolero sus protagonistas son las mujeres. Hoy sus esfuerzos se concentran en sacar adelante el emprendimiento, pero no dejan de soñar con el futuro: exportar maíz al extranjero. “Esto es solo el principio de una gran labor y un futuro prometedor”, dice sonriente Marisol.
Zaira Rivera: pensamos en el futuro de nuestra comunidad
Zaira participa en el proyecto de Maíz Pozolero, emprendimiento que ha salido adelante gracias a la unión de sus participantes y la autoconfianza en su trabajo. “No pensamos en nosotras o en nuestras familias, pensamos en la comunidad”, nos dice convencida a la puerta del nuevo centro de producción.
El maíz, que limpian, cosechan y labran, incrementa el beneficio comunitario. ¿Cómo? Hay familias de bajos recursos que se benefician de esta actividad participando en la cadena de valor del emprendimiento. Es, sobre todo, una oportunidad para jóvenes que hasta hace poco solo veían su futuro en Estados Unidos ante la imposibilidad de lograr un empleo y sin apenas estudios.
“Sí podemos, no hay que rendirse y lo vamos a lograr”, dice Zaira con fuerza. El emprendimiento demuestra muchas más cosas de las que se ven a simple vista: un grupo de mujeres trabajando en un nuevo proyecto. Esta oportunidad abre horizontes y sueños de futuro para sus integrantes:
Antes las mujeres de Calpan solo pensábamos en casarnos y quedarnos en casa cuidando de la familia. Ahora buscamos un mejor futuro trabajando. Yo lo estoy consiguiendo, soy madre joven y también emprendedora. Me gustaría ser un ejemplo para otras jóvenes.
Cuando le preguntamos a Zaira que dibuje su futuro, lo hace asociándolo a la estabilidad económica y a la juventud:
Hacen falta muchos recursos aún, pero con estos proyectos que estamos iniciando es posible lograrlo. Quiero ver jóvenes emprendedores y una comunidad que sea reconocida por su trabajo.
Además de Calpan, el proyecto Sierra Nevada se desarrolla en ocho comunidades de los municipios de Nealtican, San Nicolás de los Ranchos y Tianguismanalco. Con los proyectos de Ayuda en Acción en México se impulsan líneas de trabajo que generan oportunidades y promueven habilidades didácticas que benefician a 3458 niñas, niños y adolescentes. Con el proyecto y todo lo que este está suponiendo para la comunidad, su calidad educativa mejora y sus oportunidades de futuro también. Aunque quizás no sean conscientes de lo que supone ahora el trabajo que estamos haciendo, sí ven los cambios en sus entornos desde que trabajamos en su comunidad. Esto hace que sueñen con un futuro en el que las infraestructuras o el acceso a agua es algo totalmente factible.