Las remesas cumplen un papel crucial en el proceso migratorio. Estas transferencias de dinero se han convertido en un salvavidas para millones de personas en el mundo. Por otro lado, este tipo de envíos va más allá de simplemente recibir dinero, además representa una oportunidad tanto para las personas en ruta migratoria, como para los países de origen.
Extorsión, supervivencia y familia
Una de las primeras peticiones que suelen hacer las personas en movimiento cuando llegan a un albergue es la ayuda para llegar a Estados Unidos y poder contribuir económicamente a sus familias. Este deseo es comprensible, ya que las remesas desempeñan un papel fundamental en el viaje migratorio. Además de enviar dinero, los migrantes necesitan recursos para continuar su camino, alimentarse y encontrar un lugar donde quedarse.
Los hondureños, por ejemplo, deben atravesar Guatemala para llegar a México, enfrentándose a retenes policiales que a menudo los extorsionan y los dejan sin dinero. En México, también son víctimas de chantajes por parte de policías y conductores de transporte público. En este contexto, llegar a un albergue donde puedan recibir un poco de dinero se convierte en su única esperanza. Esto les permite continuar su ruta o sobrevivir durante algunos días hasta encontrar un trabajo.
Remesas, la ruta, países de origen, tránsito y acogida
El envío de remesas no solo implica recibir dinero, sino que también establece un vínculo económico entre los migrantes y sus familias en los países de origen. Estas transferencias de dinero tienen un impacto significativo en los países que han dejado atrás, incluso moviendo su economía. Según datos presentados en enero de este año, las remesas en 2022 tuvieron un crecimiento del 13%, alcanzando los 58,897 millones de dólares. Este hecho demuestra la importancia de las remesas como un flujo económico crucial.
Las remesas representan una oportunidad tanto para los migrantes como para los países receptores. En los países de origen, reflejan la necesidad de una sociedad que ha sufrido violencia generalizada, falta de oportunidades laborales y educativas. Ante la búsqueda de una vida más digna, las personas se ven obligadas a migrar y las remesas se convierten en un medio para brindar apoyo a aquellos que se quedaron atrás.
Además, contribuyen a la fluidez de la economía, ya que no solo se trata de enviar dinero a las familias, sino que también implican un costo adicional para la persona que envía la remesa. Este costo puede variar según el contexto político y las tasas de interés en los países receptores.
Algunos datos adicionales:
- Los principales países receptores de remesas a nivel mundial son India, México y China.
- Después de México, los principales países latinoamericanos que reciben remesas son Guatemala, República Dominicana, Colombia y Honduras.
- Desde el inicio de la guerra en Ucrania, las remesas enviadas por ucranianos en el extranjero han aumentado, alcanzando un total mundial de 794 mil millones de dólares.
- En México, las mujeres son las principales beneficiarias, recibiendo el 66.4% de las remesas, y el 66.45% de esas remesas son enviadas por mujeres.
En resumen, las remesas son mucho más que una simple transferencia de dinero. Representan una fuente de esperanza, resiliencia y oportunidades para aquellos que se han visto obligados a dejar sus hogares en busca de una vida mejor. También son una forma en la que podemos apoyarnos mutuamente y construir un mundo más equitativo y solidario.
(*Artículo elaborado por equipo de comunicación Ayuda en Acción México y Martín Anguita)