En el mundo, la mitad de la población somos mujeres y de dicha mitad (más de 400 millones) son agricultoras. Sin embargo, aún se les limita para ser poseedoras de la tierra que trabajan: falta de acceso a financiamiento, educación y/o capacitación. Ser mujer, indígena, soltera y emprendedora en México resulta un gran reto. Enfrentan una doble discriminación: por ser mujer y por su origen étnico, además de pobreza, violencia y rezago social.
Chiapas es uno de los estados más pobres del país y tiene una importante presencia de comunidades indígenas. En Ayuda en Acción trabajamos con población tzeltal y hemos ido avanzando en cuanto a transformación social se refiere. Además, conseguimos que las mujeres se sientan más empoderadas, mejorando además la situación comunitaria desde diferentes perspectivas.
Apostamos por su desarrollo porque en las últimas dos décadas, en toda América Latina y el Caribe, las mujeres emprendedoras han marcado una importante diferencia. Poco más de la mitad de PYMES dirigidas por emprendedoras generan una contribución de hasta 38% en países en vías de desarrollo. Además, ellas invierten en sus familias el 90% de su ingreso. Esto mejora la educación, nutrición y atención de salud en toda su comunidad.
Empoderamiento de la mujer
Ser mujer, indígena, soltera y emprendedora en México, no tiene por qué ser una condena que debamos aceptar ni tolerar. El trabajo en comunidad nos ha llevado a hallar extraordinarios ejemplos de lo que significa el empoderamiento femenino: se trata solo de ellas y de lo que van encontrando en su interior, aunque algunas no habían alcanzado a verlo, experimentarlo o transmitirlo a otras personas.
El empoderamiento lo entendemos como la habilidad de tomar decisiones de vida estratégicas en ámbitos en que anteriormente no se ejercían y la toma de conciencia de que ocupamos un lugar importante en la sociedad. Además, incluye que las mujeres construyan relaciones en la comunidad, redes de apoyo, conocimiento de sus derechos y expresarse abiertamente sobre sus preferencias, intereses y decisiones.
"Soy Nicolasa y me gusta lo que hago"
Sobre las transformaciones de las que hemos podido ser testigos, impulsores y acompañantes queremos compartir, entre todas ellas, la historia de Nicolasa. Ella es socia de la tienda de abarrotes “Hernández”, parte de los emprendimientos que Ayuda en Acción en México impulsa desde el plan regional en Guaquitepec (Chiapas).
El emprendimiento del que es parte Nicolasa está en la comunidad de Santa Lucía y ha ido creciendo notablemente. Nos comparte que, a pesar de estar un poco más lejos, la gente prefiere comprarles a ellas, que conforme se han ido posicionando ya no tienen productos caducos. Y por supuesto, lo nota también en cada corte de caja o cuando hacen inventarios.
Nicolasa reconoce que en su tienda ofrecen productos básicos que requiere la gente en su día a día: frijoles, azúcar o detergentes. Tiene claro que están proveyendo a su comunidad de artículos indispensables a precios accesibles. Sabe que para otras tiendas incrementaron sus precios o que no tienen algunos objetos que ellas sí. Aunque, comenta que al principio les fue complicado, han persistido y ya se han ido posicionando.
En su relación con sus compañeras, Nicolasa dice que no tienen problemas, salvo cuando les toca pesar los productos: "porque hay algunos muy pesados y yo, al ser soltera, no hay quien me pueda ayudar con esa actividad". Las mujeres cooperativistas se turnan para atender la tienda y en ocasiones, si lo requieren, piden ayuda a sus esposos para mover sacos u otros objetos. Lo que en muchos entornos puede ser algo normal, allí no lo es tanto: "los hombres ya muestran oposición a que ellas trabajen, como solían hacer anteriormente", nos cuenta nuestro personal en terreno.
Para continuar, a pesar de las dificultades, Nicolasa dice que la motiva la unión con sus compañeras: "juntas encontramos solución a cualquier situación y nos respetamos unas a otras".
Nicolasa reconoce haber aprendido mucho en los talleres, aunque siente que aún les falta mucho por conocer. Su familia la está apoyando y también acuden a Abarrotes “Hernández” para hacer sus compras. Con una sonrisa nos asegura: “Me gusta lo que hago, estoy muy contenta.”
(*Post escrito por G. Monserrath Torres, responsable de comunicación de Ayuda en Acción en México)