Seis de cada diez personas venezolanas en Ecuador tiene entre 19 y 35 años y cuentan con educación superior y están cualificadas para trabajar. Según el Banco Mundial, si todas ellas accediesen a trabajos acordes con sus habilidades y capacitación, el PIB de Ecuador aumentaría en un dos por ciento (2%), aportando así al desarrollo del país. Desde Ayuda en Acción apostamos por la integración plena de las personas e impulsamos el valor de capacidades en pro del desarrollo.
Las mujeres: las más preparadas, pero con menos oportunidades
La OIT revela que solo el 17% de la población migrante venezolana, que vive en Ecuador, trabaja en un área relacionada con su carrera profesional.
El nivel de educación de las mujeres migrantes venezolanas que llegan a Ecuador es particularmente alto. Sin embargo, las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas tienen más dificultades para encontrar trabajos ya que muchas de ellas llegan con sus hijos al país y no tienen quien los cuide, lo que las hace más vulnerables a la explotación laboral y a sufrir abusos y violencia.
En junio de 2022, la cifra de venezolanos en Ecuador era de 502.214 personas. Esta migración masiva y sin precedentes en la región se espera que continúe y para diciembre de 2023 podría llegar a 886.800 personas.
En este marco nace el proyecto INTEGRA. Una iniciativa que liderada Ayuda en Acción en Ecuador y en la que trabaja junto con CISP (Comitato Internazionale per lo Sviluppo dei Popoli) y HIAS (Hebrew Immigrant Aid Society). INTEGRA forma parte del programa regional de la Unión Europea para apoyar la integración de la población migrante y refugiada venezolana en Colombia, Ecuador y Perú.
Francys y Yutdelis, dos historias inspiradoras
Muchas mujeres migrantes venezolanas se han visto obligadas a buscar mejores condiciones de vida para ellas y sus familias. La migración puede exponerlas a riesgos adicionales, incluyendo explotación laboral, trata de personas y violencia en el camino. La atención a sus necesidades específicas y la implementación de políticas y programas para abordar sus preocupaciones son fundamentales para mitigar los impactos negativos de la crisis en su vida.
Francys Suagil lo sabe bien. Abandonó Venezuela en 2018. De nada le servían allí sus tres títulos universitarios “Tengo tres títulos universitarios, pero eso nada más es un agregado porque lo que me enseñó mi madre en el arte de la costura del corte, de confección y manualidades ha representado mi oportunidad”. Contactar con Ayuda en Acción y sumarse al proyecto Integra para impulsar su, Ideas Sustentables Cambrera, le ha permitido sobrevivir y sostener su hogar. “INTEGRA llega a mi vida en un momento muy crucial, estuvieron pendientes de mi caso, estuvieron en ese seguimiento, fueron los que me brindaron herramientas, estrategias, descubrieron muchas cosas en mí que yo no sabía”.
Yutdelis Gómez es otro ejemplo de que de que las oportunidades mejoran la vida de las personas. Estudió estadística de salud en Venezuela y tenía un trabajo estable en un puesto de administración. Sin embargo, llegó un momento en que su sueldo solo le daba para comprar un kilo de carne y un kilo de arroz. Tuvo que abandonar su país con lo puesto “Llegué a Ecuador y no tenía nada, dormía en el suelo con las cuatro mudas de ropa que tenía”.

Integración para los migrantes
El objetivo general de la iniciativa es reducir las vulnerabilidades de los migrantes y refugiados venezolanos, así como las de las comunidades que les acogen, para favorecer la integración y la inclusión social permitiendo superar la crisis y aumentar la resiliencia.
“El camino a la integración social, tan necesaria en estos momentos, muchas veces se ve afectada por mitos y narrativas discriminatorias, por esta razón queremos fomentar un discurso más objetivo y humano junto a los medios de comunicación, para mejorar la percepción de la población ecuatoriana respecto a las personas en situación en movilidad humana, porque sabemos que nadie elige ser refugiado”, explica Carlos Hernández, director nacional de Ayuda en Acción en Ecuador..
Actualmente, INTEGRA ha atendido a más de 12 900 personas en seis ciudades: Quito, Manta, Santo Domingo, Ibarra, Guayaquil y Cuenca. También ha incubado más de 270 emprendimientos, a través de acompañamiento, asistencia técnica, fondos económicos y acceso a plataformas de comercialización. Además ha brindado asesoría legal a más de 2700 personas para regular su situación migratoria.