En Ayuda en Acción continuamos nuestra apuesta por la digitalización de la escuela. Lo hacemos porque sabemos que es la mejor vía para garantizar una educación equitativa y de calidad a todo el alumnado. Esta mañana así se lo hemos trasladado al consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Felipe Faci, que ha visitado el CEIP Juan XXIII, uno de los dos centros educativos de la región que participan en nuestro proyecto Escuelas digitales resilientes.
“La democratización de las nuevas tecnologías, combinada con una educación inclusiva y de calidad, es una de las palancas que impulsan la generación de oportunidades para la infancia y adolescencia. Por ello, nuestra labor en España es más necesaria que nunca. En Aragón trabajamos desde 2013 utilizando la educación para romper el círculo de la pobreza. Y lo hacemos gracias al apoyo de aliados fundamentales como el departamento de Educación del Gobierno de Aragón”, ha destacado Jorge Cattaneo, director adjunto de Ayuda en Acción, durante la visita.
Por su parte, Faci, ha recordado el esfuerzo que la Consejería que dirige está realizando desde el pasado curso escolar. “Trabajamos para que la progresiva digitalización de la educación no suponga un elemento discriminatorio entre el alumnado, sino que contribuya a disminuir las barreras que puedan existir en el aprendizaje y formar personas que en el futuro desarrollen unas sólidas competencias profesionales, indudablemente reforzadas por sus destrezas digitales”.
Escuelas preparadas para un mundo digital
Sabemos que para atajar estas desigualdades es imprescindible que la escuela avance en su proceso de transformación digital. Por ello Ayuda en Acción ha puesto en marcha Escuelas digitales resilientes que cuenta con el apoyo de Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Deloitte o la Fundación Isabel Martín, entre otros. Este proyecto nace con el objetivo de contribuir a que el sistema educativo no deje a ningún estudiante atrás. Para ello, estamos acompañando a 13 centros educativos para que fortalezcan su capacidad para hacer frente a crisis como la actual.
"Cuando hace unos años nos presentaron las herramientas educativas que teníamos a nuestra disposición, yo volví muy desanimado. Me di cuenta que había diferentes ligas y que nosotros no teníamos los recursos necesarios para estar en la primera. Aún así fuimos paso a paso y, gracias al apoyo de Ayuda en Acción, el sueño se está convirtiendo en una realidad", explica José Luis Félix, director del CEIP Juan XXIII.
En el marco de esta iniciativa, hemos dotado de equipos Chromebooks para el uso individual de alumnado de 5º y 6º de primaria de los centros educativos. Esto asegura el acceso a una educación 100% remota y digital para cerca de 800 alumnos y alumnas. Por otro lado, estamos formando a equipos directivos y profesorado para que desarrollen sus conocimientos y competencias digitales. En último lugar, acompañaremos a los colegios participantes para que desarrollen su propio plan de digitalización y un modelo de sostenibilidad. A partir de esta experiencia, pretendemos crear un modelo que pueda ser replicado en centros educativos de otros territorios.
Siete años rompiendo la brecha digital en Aragón
La brecha digital es un problema complejo que abarca la aplicación de las nuevas tecnologías en el proceso formativo, la digitalización de los centros, la calidad de la conexión o al uso que alumnado y docentes hacen de los mismos. Conscientes de ello llevamos desde 2014 poniendo en marcha actividades y proyectos de innovación educativa con base tecnológica en Aragón. Y lo hacemos con un fin: combatir la brecha digital desde una perspectiva integral. En ellos han participado más de 5000 niños, niñas, adolescentes y docentes de 11 centros educativos de la capital.
En estos siete años de recorrido, en Ayuda en Acción hemos contado con el apoyo del departamento de Educación del Gobierno de Aragón. Entre las actividades puestas en marcha destacan la dotación de equipamiento a centros educativos; la formación a alumnado de primaria y secundaria en programación y desarrollo de aplicaciones móviles; talleres de robótica educativa e impresión 3D; y proyectos destinados a potenciar las competencias tecnológicas de adolescentes para fomentar su empleabilidad.
“Toda esta experiencia acumulada nos ha situado como una entidad referente en la puesta en marcha de proyectos de innovación educativa con base tecnológica en la región”, destaca Cattaneo.