El ciclón Chido azotó Mozambique en diciembre, afectando a miles de familias en situación de crisis humanitaria, hoy agravada por las consecuencias que deja este y otros fenómenos meteorológicos, especialmente en el norte del país. Tras su paso, Ayuda en Acción alerta de la preocupante situación, sobre todo en cuanto a la posible extensión de enfermedades como el cólera, e intensifica la respuesta integral que estaba llevando a cabo y que combina provisión de refugio temporal, agua potable y saneamiento. La colaboración con organizaciones humanitarias y gubernamentales está siendo clave para coordinar esfuerzos y llegar a las comunidades más vulnerables.
Una respuesta humanitaria multisectorial
Hasta el momento, un total de 1688 familias han recibido kits que incluyen lonas, cuerdas y herramientas para la reconstrucción de viviendas. En el ámbito de agua, saneamiento e higiene (WASH) se han distribuido también kits con productos esenciales como jabón, purificadores de agua y cepillos de dientes, además de iniciar la reparación de bombas de agua dañadas para mejorar el acceso a agua potable y prevenir brotes de cólera.
Estas acciones han sido posibles gracias a la colaboración con organizaciones como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que contribuye a la construcción de instalaciones sanitarias y la mejora de servicios básicos. Ayuda en Acción también trabaja junto a ACTED y HELVETAS dentro de la alianza estratégica Alliance2015, fortaleciendo así la coordinación y maximización de recursos en el terreno.
Se espera que, durante las próximas semanas y de la mano del resto de actores humanitarios coordinados en esta emergencia, puedan distribuirse medios para más de 1500 familias afectadas.
Desafíos de seguridad, espacios seguros y coordinación comunitaria
La inseguridad en Cabo Delgado, exacerbada por tensiones sociopolíticas y actos de vandalismo, ha retrasado la distribución de la ayuda en localidades como Ntocota y Nicavaco. Para superar estos retos, Ayuda en Acción continúa fortaleciendo la colaboración con líderes comunitarios y promoviendo el respeto por los principios humanitarios de independencia, neutralidad e imparcialidad. Estas acciones están siendo fundamentales para restablecer operaciones en zonas afectadas.
Los denominados “espacios seguros” (safe places) se han activado también en esta emergencia. Proporcionan entornos protegidos esenciales para la distribución organizada de recursos, minimizando así cualquier riesgo de violencia y facilitando la participación comunitaria.
En sus intervenciones Ayuda en Acción incorpora soluciones innovadoras. En este caso y tras el paso del ciclón Chido, se están explorando materiales locales como el bambú para la construcción de refugios, reduciendo costos y dependencia de materiales externos. Esta iniciativa fomenta el desarrollo local y contribuye a soluciones sostenibles alineadas con las recomendaciones del Global Shelter Cluster.
Fondo de emergencias, clave para una actuación rápida y efectiva
Ayuda en Acción sigue una estrategia de enfoque triple nexo, que integra la respuesta humanitaria inmediata con iniciativas de desarrollo sostenible a largo plazo. Esto permite que la asistencia sirva como base para soluciones duraderas que fortalecen la resiliencia y fomentan el desarrollo local. En Mozambique, la provisión de refugio temporal está vinculada a la construcción de infraestructuras sostenibles para mejorar la seguridad habitacional y el acceso a servicios básicos.
Además del fondo de emergencias, que se activa ante cualquier emergencia o catástrofe natural que ocurre en las zonas donde la organización trabaja en todo el mundo, tras la emergencia Ayuda en Acción ha puesto en marcha una campaña a través de la que invita a donantes y aliados a sumar esfuerzos para apoyar la reconstrucción de las áreas afectadas, que también sufren los efectos de la tormenta tropical Dikeledi, que tocó tierra el 13 de enero.
Ayuda a la población de Mozambique afectada por el paso de los ciclones