- El pasado mes de marzo, el fenómeno climático de El Niño costero afectó al país andino, dejando a su paso 133 víctimas mortales, más de 243.000 personas damnificadas y casi un millón de afectados.
- Desde los primeros momentos, Ayuda en Acción dio respuesta a la emergencia en Perú en las regiones de Piura y La Libertad, dos de las más castigadas por las inundaciones.
- La ONG continúa trabajando en la zona; tras la entrega de kits de alimentos, higiene y agua segura, actualmente, construye módulos de vivienda temporal y letrinas, y realiza talleres de apoyo psicoemocional para las familias supervivientes.
El pasado mes de marzo, el fenómeno climático de El Niño costero asolaba Perú. Las lluvias torrenciales y las posteriores inundaciones ocasionaron un total de 133 fallecidos, 243.000 damnificados y casi un millón de personas afectadas, según cifras de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). De las cuatro regiones peruanas más perjudicadas, Piura, La Libertad, Lambayeque y Áncash, las dos primeras son las que se encuentran en una situación más grave, con más de 165.000 damnificados y más de 700.000 afectados.
Ayuda en Acción trabaja en Perú desde 1988 y se movilizó para dar respuesta a la emergencia desde los primeros momentos. “Hemos actuado en todos los proyectos que la fundación tiene en el país que se vieron afectados por las inundaciones, pero con mayor énfasis en las dos regiones más castigadas, Piura y La Libertad donde hemos apoyado a más de 4.100 personas. Cuatro meses después de la emergencia en Perú seguimos aquí, trabajando al lado de quienes lo han perdido todo, contribuyendo con nuestro trabajo para que vivan en condiciones dignas y puedan recuperar sus medios de vida”, comenta desde terreno Fernando Mudarra, director general de la ONG.
Hasta la fecha, la organización ha entregado 614 kits familiares de alimentos, higiene y abastecimiento de agua segura en La Libertad, donde también entregó 25 módulos de vivienda temporal, instaló 25 letrinas y realizó 18 talleres de apoyo psicoemocional. En Piura, los esfuerzos se concentraron en mejorar las condiciones de vida en cuatro sectores -Nuevo San Pedro, Nueva Ciudad de Dios, Nuevo Buenos Aires y Nuevo San José-, en cada uno de ellos se han instalado un área de sombra, un centro de coordinación y un comedor común.