Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer el 25 de noviembre, Ayuda en Acción advierte del aumento de la violencia machista en el mundo como consecuencia de la pandemia del coronavirus. A través del Fondo de Población de Naciones Unidas se conoce que durante periodos de confinamiento la violencia de género aumenta una media del 20%, lo que se cuantifica en que este año habrá unos 31 millones de casos más que en un año ordinario.
Será necesario redoblar esfuerzos por parte de los gobiernos y la comunidad internacional para garantizar el cumplimiento del ODS 5, concretamente de su meta 2, que establece erradicar todos los tipos de violencia contra mujeres y niñas en todos los ámbitos. Esto incluye la violencia física, psicológica o sexual, pero también casos de trata, mutilación genital o matrimonios tempranos, aspectos que trabajamos en más de 20 países de todo el mundo. Según datos de la nueva herramienta de rastreo de respuestas de género a la COVID-19, tan solo el 12% de los países analizados han introducido medidas para combatir la violencia de género a la vez que apoyan los cuidados y refuerzan la seguridad económica de las mujeres.
Las niñas, las más expuestas a la violencia
Desde Ayuda en Acción mostramos especial preocupación por las niñas, más expuestas a diferentes tipos de violencia: "la pandemia está aumentando las desigualdades y colocando a millones de niñas y mujeres en posición de desventaja para hacer frente a posibles situaciones de violencia. La disminución de su autonomía económica, la propia situación de confinamiento o el abandono de programas contra la violencia de género son factores que alimentan este incremento de las desigualdades", señala Alberto Casado, director de Advocacy de Ayuda en Acción, que afirma que la brecha de género, como es habitual con otras crisis, también se resentirá con esta.
Según datos de la ONU, se espera que de aquí a 2030, como consecuencia de la pandemia, haya 13 millones de matrimonios infantiles más (cuatro millones más de lo habitual –12 millones por año– solo en los próximos dos años). Muchas niñas serán obligadas a casarse para salvar las economías familiares, resentidas tras el impacto de la crisis. Las cifras son alarmantes en América Latina, donde 1 de cada 4 niñas se casa antes de los 18 años y el dato apenas ha sufrido cambios en los últimos 25 años, estando por encima de las de Norte de África y Oriente Medio.
Las niñas son también las principales víctimas de los casos de mutilación genital femenina. Se prevé que este año se den dos millones de casos que podrían haberse evitado de no haberse interrumpido programas y proyectos de prevención como consecuencia de la pandemia.
Prevención de la violencia en programas de recuperación post-COVID
En Ayuda en Acción consideramos necesario no suspender los programas internacionales de prevención de violencia e incorporar medidas de protección de mujeres y niñas en los paquetes de recuperación a largo plazo que se pongan en marcha como consecuencia de la COVID-19. En un informe que hemos publicado recientemente en el que analizamos la situación de la violencia de género en Wolaita (Etiopía), instamos a reforzar urgentemente la capacidad de los gobiernos locales y los espacios de defensa de derechos de las mujeres para impulsar políticas y leyes que protejan a quienes sufren la violencia de género, castigando a quienes la perpetran.
Ayuda en Acción y violencia de género durante la pandemia
Desde Ayuda en Acción incorporamos la perspectiva de género en toda nuestra intervención. Por ello, en la respuesta frente a la emergencia de la COVID-19 incluimos una línea de apoyo para mujeres y niñas que son víctimas de violencia o que están en riesgo, así como acciones de prevención comunitaria, todo ello en coordinación con autoridades locales. De este modo, desde que comenzó la pandemia, hemos prestado apoyo temprano, psicosocial o legal a casi 4.000 mujeres y niñas, y realizado acciones de prevención de violencia de género y familiar para otras 73.943.
En el caso de España, insistimos en la mayor vulnerabilidad de las mujeres que viven en situación o riesgo de pobreza: “las violencias de género se dan en todos los ámbitos de nuestra sociedad, pero la situación de dependencia económica es un factor importante a la hora de que muchas mujeres no puedan escapar de situaciones de violencia… y esta crisis dejará a muchas mujeres en situación de dependencia”, señala Alberto Casado.