Muchas veces las organizaciones y, sobre todo, organizaciones como la nuestra que trabajan en cooperación al desarrollo o en el ámbito social, hablamos de la importancia de trabajar en red. Pero, ¿qué son las redes?, ¿cómo podemos definirlas?, ¿cuáles son los tipos de redes en las que estamos presentes organizaciones como la nuestra?, ¿qué mejoras concretas se consiguen mediante el trabajo en red? Son todas ellas preguntas que intentaremos responder en este post.


¿Qué son las redes?


La primera acepción de la palabra red nos dice que las redes son aparejos hechos con hilo, cuerdas o alambres trabados en forma de mallas, y convenientemente dispuestos para pescar, cazar, cercar, sujetar, etc. Nos tenemos que ir a la séptima acepción para leer que redes son también un conjunto de elementos organizados para determinado fin.


Aunque la primera acepción nos muestra ya la importancia de formar un entramado y conexiones de cara a un fin concreto, es esta última acepción la que nos interesa, ya que las redes a las que pertenecemos o promovemos organizaciones como Ayuda en Acción son estructuras que agrupan a entidades con objetivos similares y que integran a varias organizaciones para conseguirlos más eficaz y/o eficientemente, esto es, maximizando los recursos disponibles.


Las redes se presentan como agrupaciones de organizaciones que luchan por objetivos comunes.



¿Imaginas crecer sin oportunidades de futuro? Nosotros no.



¿Por qué usamos las redes?


Como ya hemos mencionado, nos permite tener más eficacia, conseguir los objetivos antes en tiempo y forma. Por poner un ejemplo: en nuestro caso hay objetivos, como pueden ser los relacionados con la promoción de cambios legislativos o mejora de políticas concretas en un país, que pueden requerir la movilización de la población local o afectada a través de una campaña pública. En casos como este, el hecho de trabajar en red nos permite, en primer lugar, llegar a más gente y conseguir concienciar a un mayor número de personas; en segundo término, nos permite presentarnos ante legisladores/as o el Gobierno como un grupo de organizaciones que a su vez tienen cada una a un número de personas que las apoyan, y que, en otras palabras, representan los intereses de un grupo amplio de la ciudadanía. Nuestro trabajo con la Campaña Mundial de Educación es uno de estos ejemplos.


Otras veces, las redes nos permiten trabajar, por ejemplo, en el ámbito de una catástrofe humanitaria con otras organizaciones que, compartiendo el objetivo de la respuesta humanitaria, tienen otros ámbitos de especialidad. Por ejemplo, unas se pueden dedicar a la intervención sanitaria, otras al reparto de bienes de primera necesidad y otras al rescate de las personas afectadas, como en el caso actual de la emergencia en Mozambique.


Pero las redes nos permiten también, como decíamos antes, ser más eficientes, esto es, maximizar los recursos para conseguir objetivos comunes: desde compartir gastos como pueden ser las oficinas, a compartir personal altamente especializado, por ejemplo, a la hora de elaborar un informe.


Algunas de las redes en las que estamos


Existen casi tantas redes como objetivos distintos y diferentes. Hay redes de sector o de defensa de intereses comunes o profesionales. En este tipo de redes podemos mencionar dos redes en las que estamos:



  1. World Compliance Association, para trabajar en la mejora de los procedimientos y buenas prácticas de las organizaciones.

  2. Coordinadora de ONG de Desarrollo (de la que fuimos miembros fundadores), que vela por los intereses de las ONG de desarrollo en nuestro país y por las mejoras de las políticas de Cooperación

  3. Plataforma de Infancia, que agrupa a todas las organizaciones que trabajan con el colectivo de infancia en nuestro país.


Redes como estas establecen mecanismos de control propios y procedimientos de actuación conjuntos, a la vez que persiguen frente a las administraciones la mejora de las políticas referidas a dicho sector.


Otras son más concretas y se centran en desarrollar campañas de incidencia y sensibilización en algunas temáticas, como la mencionada anteriormente Campaña Mundial de Educación.


Y por supuesto, no podemos olvidarnos del Observatorio de Responsabilidad Corporativa, otra de las redes de las que nos valemos para potenciar la responsabilidad social de las empresas en nuestro país mediante la elaboración de informes y recomendaciones.


Trabajar en red es también trabajar con red


En definitiva, las redes no solo mejoran nuestro camino a la hora de conseguir nuestros objetivos, sino que nos ofrecen protección a través de regulaciones auto-impuestas y protección frente a terceros a la hora de mejorar los marcos regulatorios y normativos del sector, cambiar políticas y concienciar a la sociedad. Un sector como el nuestro tiene que mostrar a la ciudadanía que las diferentes organizaciones no somos competencia, sino aliadas necesarias para la consecución de nuestros objetivos.