Para muchos países en desarrollo como Uganda, la agricultura es el sector dominante en su economía. Por eso el aumento de la productividad es uno de los principales motores de la reducción de la pobreza. Y la energía desempeña un papel clave para lograrlo. Hoy te contamos cómo lo estamos consiguiendo a través de nuestros proyectos.
Energía y agricultura: un tándem que repercute en el desarrollo
Diversos estudios sobre el aumento de la productividad de pequeños productores de alimentos en África han demostrado que la aportación de energía a la producción agrícola moderna y sostenible mejoran la calidad de su producción. Pero es que, además, son capaces de proteger el medio ambiente.
Sin embargo, sigue sin respuesta la cuestión de cómo introducir la tecnología en la comunidad y cómo acercar los productos y servicios a los mercados locales. Y es que la mayoría de las empresas que proporcionan servicios de energía modernos y sostenibles están establecidas en grandes ciudades, sin romper de este modo la brecha entre conocimiento y tecnología en cuanto a energías renovables se refiere.
Enfoque de sistemas de mercado para mejorar la producción
Ayuda en Acción trabaja en Uganda desde 2018 realizando actividades centradas en la generación de medios de vida. Actualmente estamos invirtiendo nuestros esfuerzos y acciones integrales para impulsar la mejora del acceso a la energía a través de cocinas electrónicas y bombas de riego solar para, por un lado, reducir el consumo de combustible para cocinar, y por otro, aumentar la producción de pequeños agricultores.
En la oficina nacional en Uganda hemos adoptado un enfoque de desarrollo de sistemas de mercado para mejorar la prestación de servicios energéticos por parte de los diferentes actores. De este modo, hemos puesto en marcha un proyecto que pretende aumentar la producción agrícola y promover la protección medioambiental capacitando a nuestros socios. Queremos que las empresas de energía se adapten al mercado y se den cuenta del potencial y el nivel de demanda en la comunidad rural, lo que atraerá a otras empresas para que se unan y se expandan en otras zonas.
Investigación para la innovación
Durante los últimos cinco meses hemos llevado a cabo una investigación sobre la tecnología actual en energías renovables para la producción agrícola y los métodos de cocina en el mercado. En ella hemos involucrado a diferentes actores: empresas solares, instituciones financieras, socios locales e instituciones públicas. Todo ello para entender las intervenciones y lagunas existentes a la hora de dar una mejor respuesta a la comunidad de West Nile, en Adjumani. Finalmente presentamos el estudio en un taller organizado por la Asociación de Energía Solar de Uganda (USEA), de la que somos parte.
Después de involucrar a los agentes del mercado, pedimos a la comunidad y a las personas beneficiarias que evaluaran el nivel de concienciación, la asequibilidad y la accesibilidad de las cocinas solares y las bombas de riego solar.
El estudio demuestra que el 65% nunca ha oído hablar de las cocinas solares y solo el 31,2% ha oído hablar de la bomba de riego solar. Esto demuestra una enorme brecha, ya que nos damos cuenta de que la comunidad no es consciente de estos aparatos solares, porque las empresas solares solo se establecen en las grandes ciudades y únicamente llegan a las zonas rurales para la entrega de un pedido realizado por clientes que probablemente provengan de una familia a la que otra persona le ha recomendado el aparato.
Tras evaluar las carencias, decidimos contratar a una empresa de energía solar recomendándole que se estableciera en el distrito de Adjumani. El objetivo de estar allí era, por supuesto, estar cerca de la comunidad, ya que se trata de un mercado arriesgado para una empresa, pues necesita concienciar, educar a la comunidad y formarla en el uso eficaz de la tecnología.
Desde Ayuda en Acción hemos facilitado a las empresas una pequeña inversión inicial para el establecimiento y el primer coste anual de hasta el 70% del coste total incluyendo nómina, campaña de marketing, activos para el transporte y subvenciones de hasta 100 aparatos de riego y cocina. De este modo, las empresas han podido entrar al mercado con un fuerte atractivo a medida van involucrando a la comunidad en general.
Bomba de riego solar
Félix es un joven horticultor del distrito de Adjumani. Mientras estudiaba también trabajaba, y eso le permitió ahorrar. Tras graduarse volvió a casa para empezar a cultivar productos agrícolas que luego tenían salida en los mercados locales. Pudo alquilar un terreno y compró una bomba de agua solar para mantener sus cultivos. Su objetivo era cultivar durante todo el año, incluida la temporada baja. Antes de comprar la bomba utilizaba un cubo y una cuerda para sacar agua del pozo. Esto le suponía un trabajo manual agotador. Pero las consecuencias iban más allá: tenía que contratar más trabajadores para maximizar el esfuerzo y cubrir todos sus cultivos. Y económicamente no le generaba beneficios.
Al igual que Félix, hay muchos pequeños agricultores que desean aumentar su producción y poder cultivar durante todo el año, pero el cambio climático no se lo permite. Además, no todos tienen la formación de Félix ni conocen la tecnología de riego para informarse sobre la bomba de riego solar.
Cocinas electrónicas
Pero hay otras ideas de innovación en marcha. Por ejemplo, las cocinas electrónicas. Aunque es una de las necesidades esenciales en la vida de la población rural, la idea aún no ha calado entre la población de Uganda. El uso productivo de las energías renovables se está desarrollando rápidamente a nivel nacional. Pero la nueva tecnología de cocina limpia que utiliza energías renovables está aumentando con medios inadecuados para permitir la expansión. Además, el coste de entrada en un nuevo mercado, especialmente el rural, se considera demasiado arriesgado, terminando por utilizar leña, carbón y en algunos casos gas licuado de petróleo para cocinar.
(*Artículo escrito en colaboración con Pauline Cyiza, Senior Energy and Market Manager en Uganda)