En la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Trifinio-Fraternidad el 84% del territorio es rural y sus familias se dedican a la producción de granos básicos y hortalizas para subsistencia. Las economías locales están gravemente afectadas: el 48,2% de sus habitantes vive en condiciones de pobreza severa con un limitado acceso a derechos básicos como salud, vivienda, educación, seguridad alimentaria y empleo.
Pandemia, cambio climático y desigualdad: amenazas para las economías locales
Tras la pandemia, la situación que se vive golpea económica y emocionalmente a las familias más vulnerables: el 21% de la población se encuentra en condiciones de crisis o emergencia de inseguridad alimentaria aguda (fase 3 o peor). Cae la producción y el consumo, por lo que el 77% de los hogares han visto reducidos sus ingresos acentuando aún más la pérdida de empleos. Además, los precios de los alimentos y la canasta básica familiar no dejan de subir. Aumentan también la carga de trabajo para las mujeres y la vulneración de derechos de niñas, niños y mujeres.
Además, en los últimos tiempos se han experimentado los efectos de las precipitaciones extremas ocasionadas por las tormentas tropicales que han causado daños importantes en cultivos e infraestructura productivas.
Asimismo, las desigualdades de género y el bajo nivel de empoderamiento político de las mujeres también son un problema latente en el territorio. Al desconocimiento de sus derechos se suma la inexistencia de espacios adecuados para consolidar sus organizaciones, lo que merma su capacidad de incidir en las instancias de toma de decisiones.
Trabajo en coordinación con AECID
Es en este territorio donde Ayuda en Acción, con apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el desarrollo (AECID) ha iniciado un proyecto para reactivar la economía de las familias rurales de Citalá y Masahuat en un contexto agravado por los efectos de la pandemia y de la emergencia climática. A través de él más de 2000 personas están consiguiendo aumentar su producción apícola, hortícola y de productos bioculturales sostenibles.
Para conseguir cumplir los objetivos del proyecto es necesario garantizar una tecnología agropecuaria y forestal que sea respetuosa con el medioambiente pero sin olvidar, en ningún caso, la calidad de los planes de negocio de los emprendimientos que se están impulsando. Muchos de esos negocios están siendo liderados por jóvenes de la zona. Por ello se ha hecho alianza con INJUVE, las diferentes municipalidades de la zona y la CONAMYPE.
Dinamizar las economías locales teniendo a la juventud como protagonista
La misión de Ayuda en Acción se centra en el fortalecimiento de las capacidades de las personas desde la infancia hasta su edad adulta. ¿El objetivo? Que cada persona pueda tomar las riendas de su vida de forma autónoma y autosuficiente. Este proyecto impulsa las economías locales pero tiene en el centro a las personas, desde un triple enfoque:
- Identidad de género: ponemos especial énfasis en la apertura de espacios para la participación de las mujeres, permitiéndoles ejercer sus derechos políticos en un entorno favorable y su participación en la toma de decisiones. De forma complementaria, llevaremos a cabo un proceso de sensibilización en nuevas masculinidades que fomente la corresponsabilidad en la economía del cuidado.
- Adaptabilidad al cambio climático y resiliencia de las personas con la producción agrícola: Ada nos cuenta cómo desde que iniciamos el proyecto ya no dependen de productos comerciales para sus plantas porque es la propia población la que genera sus propios sustratos: “ahora es más económico para nosotros y más sostenible para el medio ambiente y nuestra reserva”.
- Bioculturalidad con el fortalecimiento de las instituciones públicas para dar respuesta a las problemáticas locales.
(*Artículo escrito por Enma Josefina Ramírez, Ayuda en Acción en El Salvador)