Ayuda en Acción trabaja en Mali para empoderar a comunidades vulnerables y mejorar su calidad de vida. En la región de Ségou, una zona fuertemente afectada por el cambio climático y los desplazamientos forzados, hemos implementado un innovador proyecto de capacitación en horticultura en saco. Se dirige, principalmente, a mujeres desplazadas y locales de comunidades vulnerables. Con él mejoramos la seguridad alimentaria de la población pero también fortalecemos la resiliencia de estas comunidades frente a los desafíos ambientales y evitamos posibles tensiones por la tenencia y uso de la tierra.
Contexto y desafíos en Mali
Mali es uno de los países más vulnerables al cambio climático. Desertificación, disminución de recursos hídricos y pérdida de biodiversidad han afectado gravemente a la agricultura y otras actividades económicas. En la región de Ségou la situación es crítica debido a la desaparición de especies clave como el karité, el aumento de la erosión del suelo y las sequías prolongadas.
La población desplazada interna, que huye de conflictos o desastres naturales, enfrenta dificultades adicionales. Al no poseer tierras, dependen de la generosidad de las comunidades locales para acceder a espacios de cultivo. Y no siempre llega… Esta situación, unida a la creciente competencia por escasos recursos, agrava la inseguridad alimentaria y aumenta las tensiones sociales.
Innovación frente al cambio climático
Para abordar todos estos desafíos, Ayuda en Acción ha desarrollado un proyecto basado en la horticultura en saco, una técnica innovadora que permite cultivar plantas sin necesidad de contar con un terreno. A través de esta técnica, las mujeres con las que trabajamos pueden producir alimentos en espacios reducidos, utilizando menos agua y menos recursos. Esto, sin duda, representa una gran ventaja en climas semiráridos como el de Ségou.
El proyecto, con la metodología y apoyo de la ONG Welthungerhilfe (WHH), que como Ayuda en Acción forma parte de Alliance2015, se lleva a cabo en colaboración con las organizaciones locales AMSS y ARAF-Plateau Dogon. El conocimiento de WHH ha sido sin duda clave para asegurar la transferencia de tecnología y conocimientos acerca de la horticultura en saco.
¿Cómo se ha desarrollado el proyecto de horticultura en saco?
Para desarrollar el proyecto de horticultura en saco en Mali ha sido necesario realizar diferentes fases. La primera de ellas, por supuesto, pasaba por la capacitación del personal técnico. En el verano de 2024 personal de nuestra organización y nuestros socios locales acudió a una formación en la que pudieron conocer todo lo necesario en cuanto a principio y prácticas de la horticultura en suelo. Es una especie de cultivo hidropónico que consiste en cultivar planta sin tierra, suministrando los nutrientes directamente a las raíces a través de una solución de agua. ¿El objetivo de esta primera fase?: replicar el conocimiento entre las mujeres participantes (400 en total, siendo la mitad desplazadas y la mitad de las comunidades locales de acogida, pertenecientes a contextos extremadamente vulnerables).
La segunda fase pasa por la formación de las propias mujeres participantes en el proyecto. La formación abarcó tanto aspectos teóricos como prácticos, destacando los sistemas de cultivo vertical y horizontal, ideales para llevar a cabo en espacios limitados. Además, se distribuyeron materiales y semillas para garantizar que las mujeres pudieran implementar las técnicas aprendidas. Previamente, los técnicos participantes en la formación pudieron trabajar con sacos de cultivo o bolsas de jardinería. Ambas son soluciones sencillas y adaptables para espacios reducidos.
Por último, en la tercera fase se pasó a la distribución de materiales y seguimiento técnico. Se proporcionaron kits con materiales necesarios para la horticultura en saco. Ello incluía semillas y soluciones nutritivas. Además, se ofreció apoyo técnico continuo para asegurar el éxito de las cosechas.
Resultados e impacto de la horticultura en saco
La horticultura en saco, también llamada fuera de suelo, ha permitido a las mujeres participantes del proyecto producir alimentos de manera eficiente, incluso en zonas donde el suelo es escaso o de baja calidad. Este enfoque ha contribuido a la seguridad alimentaria y ha generado ingresos adicionales, empoderándolas económicamente. Además, ha reducido la dependencia de productos importados y ha fortalecido la cohesión social, minimizando los conflictos por el acceso a tierras.
El proyecto también ha mostrado un impacto positivo si hablamos de adaptación al cambio climático. Las técnicas de este tipo de horticultura requieren menos agua y mejoran la gestión de los recursos, lo que las hace adecuadas para enfrentar las difíciles condiciones climáticas de la región.
Próximos pasos
El éxito de este proyecto demuestra el poder de la innovación agrícola para transformar comunidades vulnerables. Ayuda en Acción continuará apoyando a estas mujeres. Ya hemos comenzado a trabajar con 200 participantes adicionales en las comunidades de Sakoïba y Sébougou. Ellas se beneficiarán de formaciones continuas así como de la distribución de materiales necesarios para iniciar sus propias parcelas de cultivo, incluyendo semillas y sacos.
Este proyecto es solo una parte de nuestro compromiso a largo plazo con la mejora de la resiliencia de las comunidades más afectadas por el cambio climático y los desplazamientos forzados. A medida que continuemos avanzando, buscaremos replicar esta iniciativa en otras regiones que enfrenten desafíos similares.