En pleno siglo XXI el sector de la ingeniería sigue siendo mayoritariamente masculino. Romper esta brecha y permitir que más mujeres se interesen por las ingenierías es fundamental para el desarrollo mundial. Hoy viajamos a México para presentaros a Karla, una joven que recibió el apoyo de Ayuda en Acción en su etapa educativa hasta graduarse en la universidad. A lo largo de su vida ha superado importantes barreras para llegar a cumplir su sueño: ser ingeniera en una importante multinacional de su país. Su éxito nos impulsa a seguir trabajando por la infancia y la juventud. Hoy te invitamos a conocer la historia de Karla y su secreto para llegar tan lejos.
La ingeniería ya no solo para hombres
Karla es ingeniera química. Hoy, con tan solo 24 años, trabaja como supervisora de calidad en el proyecto 8.5 de una multinacional. “He cumplido mi sueño”, dice con los ojos iluminados y la voz emocionada. La creo y yo también me emociono. Vive en Sonora, un territorio donde el índice de violencia contra la mujer es de los más altos del país. La pobreza está instalada en muchos hogares, las barreras para que una mujer consiga esta gesta son infinitas.
Las vocaciones femeninas en la ingeniería son escasas. Parte de culpa la tienen los estereotipos que se han creado alrededor de estas carreras. La idea tradicional de que las ingenierías son para los hombres o la falsa creencia de que son carreras difíciles e incluso que no tienen una vertiente social, aparta a muchas mujeres de esta vocación. En 2014 la UNESCO respaldó la iniciativa de la organización británica Women's Engineering Society y oficializó el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería el 23 de junio para visibilizar a las referentes en el sector y animar así la presencia femenina.
Esfuerzo y apoyo, una combinación perfecta para la juventud
La historia de Karla está ligada al esfuerzo y al apoyo para acceder a donde solo la voluntad no es suficiente para llegar. “Desde pequeña me he formado en los talleres de Ayuda en Acción, donde recibí temas importantes para mi vida. Fueron de mucha ayuda para mí. Aprendí valores a trabajar a ver un poco más mi futuro, me ayudaron mucho a ver qué quería ser de grande”.
La joven ingeniera destaca la importancia de recibir un apoyo que le ayudara a visualizar cómo construir su futuro. Así pudo planificar el trayecto que necesitaba recorrer para conseguir sus metas y formar su proyecto de vida. Reconoce que ha sido clave el acompañamiento recibido hasta que terminó la universidad y agradece que haya organizaciones como Ayuda en Acción apoyando a la juventud en su proyecto de futuro.
“Yo estoy muy agradecida a Ayuda en Acción porque han sido una parte fundamental en este proceso que han estado apoyándome siempre en mi etapa educativa. Hasta que terminé mi universidad estuvo apoyándome”.
Sin esfuerzo el apoyo no es efectivo
Pero el apoyo no sería efectivo sin el esfuerzo de las personas a las que se dirige: "yo no me he rendido, le he echado muchas ganas, soy una ingeniera que trabaja en el proyecto 8.5 de una multinacional. Es una de las metas que he tenido mucha satisfacción en cumplirlas porque era uno de mis sueños”.
En un mundo que necesita más que nunca del apoyo de la ciencia y la ingeniería, Karla tiene claro que revisar los planes educativos es clave: “hay que cambiar los métodos para enseñar porque a lo mejor a nuestra generación enseñaban manualidades, nos enseñaban muchas cosas distintas. Hoy en día la juventud está más adelantada, tienen su mente más activa. Yo siento que la tecnología tiene que estar más presente en la etapa educativa”.