La principal vocación económica productiva de los municipios de San Pablo de Huacareta y Monteagudo es la agropecuaria. Los principales cultivos son el maíz, el ají, el maní, la patata, los cítricos y ganadería porcina. En los últimos ocho años, la apicultura ha sido incorporada en el 12 % de estas unidades productivas como una actividad complementaria, por lo que se ha convertido en una alternativa para la economía de las familias rurales de las comunidades.
Sin embargo, el 70,54% de la población se encuentra en situación de pobreza y el 23,50% en situación de extrema pobreza. A esto se suma el impacto social y económico de la pandemia del coronavirus sobre la capacidad de generar ingresos debido al difícil acceso a insumos de producción y venta, información insuficiente de la población y falta de adaptabilidad institucional para prever y actuar en sistemas productivos como el de la apicultura.
El 90% de la población se dedica a la actividad agropecuaria tradicional y el 10% restante a otros sectores como el comercio informal, la prestación de servicios o el sector público. La baja productividad de los sectores agropecuarios tradicionales es un factor de exclusión económica que afecta sobre todo a las mujeres jóvenes.
El diagnóstico realizado en la zona por Ayuda en Acción identificó que las mujeres realizan trabajan sobre todo en la economía de los cuidados, aunque también, aunque en menor proporción, en trabajos agrícolas. Esto aún refleja una cultura machista y patriarcal que genera condiciones de dependencia de la mujer respecto al hombre, con inminentes riesgos de exposición o indefensión a situaciones de violencia.