Perú sigue siendo un importante país de acogida en la región para refugiados y migrantes venezolanos. Según datos de ACNUR de enero 2022, más de un millón de personas venezolanas han llegado a Perú y más de 496 000 han solicitado la condición de refugiado. Determinar el estatus migratorio de venezolanos en el país tiene algunas dificultades por la situación irregular en la que una gran parte se encuentra. A pesar de los esfuerzos de las autoridades migratorias peruanas, destaca la limitada información para acceder al permiso temporal de permanencia que les otorga permiso de permanencia por el plazo de un año y/o regulariza su situación migratoria en Perú, así como acceso a residencia humanitaria.
Las personas refugiadas y migrantes de Venezuela en Perú requieren aún de asistencia humanitaria y de protección, acceso a servicios e información sobre derechos, regularización migratoria, apoyo para facilitar su proceso de integración y recuperación de sus medios de vida.
Según datos de enero de 2021, la inseguridad alimentaria como efecto de la pandemia alcanza al 63% de la población desplazada, con un 12% en situación de inseguridad alimentaria severa (aproximadamente 129 000 personas). En el contexto de pandemia por COVID-19, el actual Gobierno se comprometió en julio de 2021 a continuar con el servicio de alimentación complementaria para los ciudadanos y ciudadanas en situación de vulnerabilidad, incluyendo la distribución de más de un millón de canastas de alimentos para finales de año, así como el impulso a la estrategia de ollas comunitarias.
A la amenaza constante del hambre se suman la discriminación y xenofobia hacia la población migrante y refugiada venezolana, que vive una situación de indefensión y está expuesta a actos discriminatorios que pueden alcanzar niveles de violencia o diferentes formas de explotación.