Entre los temas que se tratarán durante los dos días que dure la cumbre África-Europa, los líderes de ambos continentes debatirán sobre financiación del crecimiento, agricultura, desarrollo sostenible, cambio climático, paz y seguridad con el objetivo de poner en marcha un ambicioso paquete de inversiones África-Europa que dé respuesta a estos retos globales. “El 60% de toda la población africana se ve afectada por la inseguridad alimentaria. Ahora mismo, por ejemplo, el Cuerno de África se encuentra en riesgo de hambruna debido a la peor sequía desde 1981”, asegura Alberto Casado, director de incidencia de Ayuda en Acción. Y añade, “de esta cumbre esperamos que los líderes de ambos continentes lleguen a acuerdos y compromisos reales para logar el ‘hambre cero’ en el año 2030”.
Reivindicaciones frente a la cumbre euroafricana
Ayuda en Acción forma parte de la red europea Alliance 2015 y de Generation Nutrition, una plataforma de organizaciones de la sociedad civil que colaboran para lograr el cumplimiento del ODS 2, acabar con la malnutrición en todas sus formas para 2030. En el marco de la cumbre Áfrice-Europa reivindicamos conjuntamente que el paquete de inversiones África-Europa reconozca cinco medidas prioritarias:
- Destacar el derecho a una alimentación adecuada.
- Señalar explícitamente la agroecología como uno de los mejores enfoques para garantizar alimentos nutritivos, seguros y asequibles.
- Promover el desarrollo de redes alimentarias locales para garantizar la producción y el consumo evitando que los consumidores sean menos vulnerables a la fluctuación de los precios de los alimentos.
- Apoyar a los productores de alimentos a pequeña escala, a los agricultores y a los pastores para garantizar la reducción de la pobreza rural y asegurar la inversión en las pequeñas empresas africanas.
- Comprometerse a empoderar a mujeres y jóvenes en los sistemas agrícolas y alimentarios locales y reconocer la desigualdad de género que sufren las mujeres en el sector agroalimentario, por tener peores condiciones laborales y además ocuparse de la carga no remunerada de los cuidados.
Ayuda en Acción y su trabajo contra el hambre en África
“Debido a la fragilidad de sus instituciones, a la inestabilidad de su estructura económica y al impacto del cambio climático, el continente africano sufre graves crisis recurrentes que ponen en peligro la vida de millones de personas, la mayor parte de ellas, niños, niñas y jóvenes que ven mermadas, crisis tras crisis, sus oportunidades de futuro”, apunta Alberto Casado.
Ayuda en Acción opera en África desde el año 1983. En la actualidad, estamos presentes en Etiopía, Mozambique, Uganda, Kenia, Níger y Malí, contribuyendo a mejorar las condiciones de vida de más de 330 000 personas a través de proyectos de educación, empleo, seguridad alimentaria, adaptación frente al cambio climático y de respuesta a emergencias humanitarias.
Uno de nuestros principales programas en materia de seguridad alimentaria en África es NEX4FOOD, implementado en Níger y Malí. Ambos países, atravesados por el desierto del Sahel, ocupan los últimos lugares en el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas y se enfrentan a graves cifras de inseguridad alimentaria, además de a conflictos armados y sequías prolongadas y recurrentes.
El objetivo de NEX4FOOD es promover la investigación y la innovación en torno a la seguridad alimentaria y la nutrición a través de la producción de alimentos mejorados, además de generar empleo. Para ello, este programa, que cuenta con el apoyo económico de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), fortalece la cadena de valor, la comercialización y la entrada en el mercado de productos alimenticios enriquecidos elaborados a base de mijo –cereal prioritario en la región– destinados al consumo infantil y familiar.
En Etiopía, desarrollamos dos grandes proyectos frente al hambre en Arsi-Oromía y Borena, regiones donde los medios de vida se ven gravemente afectados por el impacto del cambio climático, principalmente las sequías. Desde Ayuda en Acción, apoyamos a las familias agropastoralistas más vulnerables garantizando su seguridad alimentaria y reduciendo el desempleo juvenil.
Por último, en el caso de Mozambique, recientemente publicamos un informe sobre el impacto que el conflicto armado en Cabo Delgado –al norte del país– y la movilidad humana asociada a este tienen en la inseguridad alimentaria, debido a la presión que la afluencia masiva de personas desplazadas ejerce sobre los ya escasos recursos y sistemas alimentarios de la zona. Allí, trabajamos en los distritos de Ancuabe y Metuge asistiendo a más de 37 000 personas desplazadas.
