El estudio muestra que el empleo juvenil sigue siendo el más precario, teniendo una tasa de temporalidad y empleo a tiempo parcial muy superior al conjunto de la sociedad. Mientras que la temporalidad ha descendido 3,6 puntos en la población de 20-64 años desde 2008, en las personas de 15 a 24 años creció en 9,9 puntos y en las de 25 a 34 el aumento fue de tres puntos durante la pasada década.
Esa precariedad, sumada a la inflación y al aumento constante del precio de la vivienda, dificulta la emancipación juvenil en España. Ya está por encima en más de tres años del conjunto de la UE. “A pesar de la recuperación económica, el porcentaje de jóvenes que vive con sus padres y/o madres se ha incrementado en los últimos años. Esto muestra la situación tan precaria y difícil que enfrenta las nuevas generaciones. Además de las dificultades para que una parte de la población, habitualmente la más vulnerable, pueda desarrollar sus proyectos y futuros de vida como deseen”, ha señalado el director de Ayuda en Acción, Fernando Mudarra.
Emancipación, empleo y juventud
Según las tendencias sobre vivienda, a la vez que esta se ha ido encareciendo, se ha ido produciendo un descenso de la población joven que vive en propiedad desde 2006 del 60% al 30%, mientras ha incrementado la población que vive de alquiler. Sin embargo, esta tendencia no ha tenido un cambio positivo sobre la emancipación: “la coyuntura económica alerta de que los problemas van a mantenerse durante la presente década”, añade Mudarra. Según el estudio prospectivo y el panel de expertos y expertas, el porcentaje de población que vive con sus progenitores incrementará casi un punto en 2030. Sin embargo, si se aplicaran las recomendaciones y políticas acordadas por el panel y desarrolladas en el estudio, el porcentaje podría reducirse hasta ocho puntos.
Entre las mejoras para conseguir el escenario deseable para la emancipación, el empleo y la juventud destacan:
- Generar políticas que ayuden a aumentar la proporción de juventud independizada.
- Reducir la edad media de emancipación.
- Reducir la carga que supone el coste de la vivienda en las familias jóvenes.
- Mejorar el parque público de viviendas.
- Un marco político para solucionar el problema estructural en materia de vivienda.
Desigualdad territorial
El estudio prospectivo muestra que se espera una reducción de la tasa de desempleo juvenil en 2030. Según las personas expertas consultadas, la tasa de desempleo juvenil (15-29 años) podría llegar al 20%, valor que sería aproximadamente la mitad que el existente en la época de la pasada crisis económica.
Sin embargo, uno de los grandes retos será afrontar la desigualdad territorial. Según el estudio, entre comunidades autónomas existen diferencias amplísimas, especialmente en las tasas de desempleo juvenil: hasta 20 puntos porcentuales de diferencia entre las comunidades con menos desempleo -Aragón y Cantabria- respecto a las que más tenían -Andalucía, Canarias y Extremadura-. Según el panel de expertos y expertas, los escenarios tendenciales sobre las diferencias por comunidades se mantendrán de cara a 2030. Esto implica que, entre las recomendaciones dadas para la mejora del empleo, destaque una perspectiva regional.
Además, los territorios de mayor riesgo (Andalucía, Extremadura y Galicia) son zonas de trabajo prioritario para el Programa España de Ayuda en Acción. Dos de ellas son las que mayor desempleo tienen en España, y por ello se trabaja el desempleo para cambiar la situación a través de la educación y programas de empleo, además de apostar por impulsar políticas de desarrollo sectorial que acompañen los cambios en marcha y aprovechen las oportunidades del mañana.
Formación: clave para la juventud
El escenario tendencial en el ámbito educativo se caracteriza por una continua reducción de la tasa de abandono escolar temprano hasta 2030, que llegará a valores similares a la media europea actual, la cual lleva estancada unos cinco años. Sin embargo, las diferencias por comunidades autónomas se mantendrán en este largo plazo. Junto a ello, también se prevé un continuo crecimiento del nivel educativo de la población española, particularmente la juventud.
“La educación es una palanca clave para romper el círculo de pobreza y acceder al empleo. Existe una relación directa entre desempleo y empobrecimiento con los niveles de estudio”, señala Verónica de la Cruz, responsable de Empleo de Ayuda en Acción. La tasa de desempleo en 2021 en la población de 25 a 29 años fue del 32,6% para nivel de estudios bajo y del 15,7% para nivel de estudios alto y la tasa AROPE desciende a medida que mejora el nivel educativo, variando de un 36% entre las personas con educación primaria o inferior al 13,7% entre las que cuentan con nivel superior.
Por eso la organización aboga por reducir el abandono escolar y acompañar la integración al mercado laboral con transiciones exitosas. “Es necesaria una educación pública y de calidad que garantice el acceso a todas las capas sociales, rompiendo brechas de desigualdad, así como el despliegue de programas integrales en España, para un aprendizaje inclusivo y fomentando la empleabilidad”, concluye Mudarra.
