Los desafíos
Tras el cierre de los centros educativos el pasado mes de marzo, 1 de cada 10 estudiantes de primaria y secundaria en España dejaron de tener garantizado su derecho a una educación de calidad y en igualdad de condiciones. Ante la llegada de una vuelta al cole llena de incertidumbres, urge analizar los retos en materia de educación tras el impacto del coronavirus y construir una escuela basada en el principio de equidad.
“Esta situación ha supuesto una llamada de atención y debemos estar preparados porque, desgraciadamente, no será la última crisis que tengamos que afrontar como sociedad. Y para ello debemos analizar y repensar el modelo educativo actual. Y construir uno no que no deje a ningún estudiante atrás y que incluya al conjunto de la comunidad educativa”, destacaba Fernando Mudarra, director general de Ayuda en Acción, durante su intervención.
Precisamente este fue uno de los mensajes más repetidos por los ponentes, entre los que se encontraba Gerardo Echeita, experto en políticas sobre educación inclusiva y atención a la diversidad. Echeita destacó que nuestra sociedad se enfrenta a 4 desafíos:
1.- Tiempo. Es importante “no caer en las urgencias” y debemos buscar tiempo para pensar, reflexionar y debatir. “Si queremos garantizar una educación en equidad a todo el alumnado, la escuela necesita cambios profundos, pero para llegar a esos cambios antes tenemos que parar a pensar”.
2.- Sostenibilidad. “Tenemos el deber de crear un sistema educativo que contribuya a construir una nueva ciudadanía que viva de forma más armónica con el medio ambiente. Si no tenemos un planeta en el que vivir, el resto de preocupaciones son secundarias”.
3.- Vínculo. La pandemia del coronavirus y sus consecuencias ha demostrado cuán importante es la solidaridad y la creación de vínculos. “Esta es una de las grandes tareas que tendrá que afrontar nuestra sociedad en el futuro, y aquí la escuela juega un papel fundamental. Debemos incorporar a la enseñanza herramientas para reforzar estos vínculos que, por otro lado, han sido decisivos para afrontar esta situación”.
4.- Equidad. Los estudiantes con menos recursos y con discapacidad han sido los más perjudicados por el cierre de los centros educativos. “Se ha pensado en ellos a posteriori y se han tomado decisiones que les afectan sin tenerlos en cuenta. Debemos de ser conscientes de que no puede haber calidad educativa si no está incluido el principio de igualdad”.
Las conclusiones
La educación online nunca debe sustituir la educación presencial
La escuela es insustituible. Y no es solo un lugar donde se va a aprender, sino “un espacio de justicia social y de igualdad donde se generan vínculos”, así comenzaba Rosa Llorente, directora del colegio Ramiro Soláns de Zaragoza. Durante su intervención relató las dificultades a las que se han enfrentado en este periodo, destacando la labor de los docentes que “durante esta etapa, han sacado lo mejor de sí mismos”.
El primer reto fue contactar con los padres y madres puesto que muchos de ellos no disponen de teléfonos móviles o “tienden a cambiarlo”. Una vez establecido, “los profesores y profesoras nos hemos metido dentro de sus casas para proporcionarles acompañamiento emocional. Para nosotros lo principal era tranquilizar a las familias y detectar las necesidades más acuciantes como han sido la alimentación y la conectividad. Y en esto hemos contado con el apoyo de Ayuda en Acción”.
Y es que, de las 170 familias que pertenecen a su comunidad educativa, solo el 27% disponía de una tableta o un ordenador. Lo que ha supuesto un reto para conseguir que el alumnado continuara con sus estudios.
Búsqueda del equilibrio entre garantizar la seguridad y la salud y la equidad educativa
Leticia Cardenal, presidenta de CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado) también resaltó que la educación online nunca sustituirá a la educación presencial. Por ello, reclamaba que, una vez estén garantizada la seguridad de los docentes y todos los trabajadores y trabajadoras de los centros educativos, los estudiantes deben volver a las clases lo antes posible.
Y esto es necesario también para favorecer la conciliación familiar. “De cara al inicio de curso, las familias nos enfrentamos a una grave dificultad y pedimos a las Administraciones que den una respuesta real y conjunta para solucionar este problema”.
Reflexión y análisis, pero contando con toda la comunidad educativa
Todos los ponentes estuvieron de acuerdo en que se debe repensar el sistema educativo y construir otro más equitativo e inclusivo. Y se debe hacer especial hincapié en el alumnado más vulnerable ya que es más propenso a abandonar los estudios de forma prematura.
“Estamos ante un escenario diferente al que nos encontrábamos hace 3 ó 4 meses. Y esta nueva situación requiere de decisiones valientes porque lo que está en juego son los derechos de los niños y niñas. Que ningún estudiante se quede atrás debe ser la base de las políticas educativas”, destacaba Carles López- presidente de la Plataforma de Infancia.
Pero en este proceso de reflexión, análisis y creación de la escuela equitativa es imprescindible contar con toda la comunidad educativa, incluyendo a padres, madres, estudiantes y entidades del Tercer Sector.
Un verano educativo
Las actividades educativas estivales siempre han tenido un papel fundamental para compensar las desigualdades. Tras un final de curso en el que el alumnado más vulnerable ha tenido dificultades para continuar con sus estudios, se debe apostar por esta herramienta y favorecer su acceso a aquellos que han quedado atrás durante la pandemia de la COVID-19.
La necesaria digitalización de la escuela
Esta crisis ha puesto de manifiesto otra carencia de nuestro sistema: la brecha digital. Que abarca muchos más ámbitos además del acceso a dispositivos informáticos o conectividad en los centros educativos y los hogares. “En la mayoría de centros no contábamos con plataformas digitales y los profesores y profesoras no estábamos preparados para una educación 100% online. Esto ha requerido de un ejercicio de inteligencia colectiva, para poder ir resolviendo las dificultades que se nos presentaban en nuestro día a día”, explicaba Llorente.
La brecha digital significa también falta de capacidades digitales y en este sentido las familias vulnerables se encuentran con un gran hándicap. Por ello es necesario trasladar esta formación también a los hogares para que puedan reforzar estas competencias y acompañar al alumnado en su proceso educativo.
Recursos necesarios
Pero para superar todos estos retos es imprescindible invertir en Educación, ya que sin recursos económicos y humanos, las medidas para garantizar el derecho a la educación en igualdad de oportunidades a todos los estudiantes se pueden quedar en papel mojado.
Hacia una escuela más equitativa e inclusiva
"La equidad en la educación no es una utopía o una quimera", concluía Echeita. Es posible responder a todos estos desafíos y construir una escuela más equitativa. Pero esta responsabilidad no debe de caer solo en la escuela. Para ello es necesario el trabajo conjunto en el que se cuente con toda la comunidad educativa, voluntad política y los recursos económicos y humanos. Solo así conseguiremos garantizar el derecho a la educación de calidad y en igualdad de condiciones a todos los estudiantes.
Para contribuir a ello, Ayuda en Acción ha elaborado un documento que recoge un paquete de medidas para garantizar el ejercicio de este derecho a todos los estudiantes, y en especial al alumnado más vulnerable. La ONG está solicitando reuniones con las Administraciones competentes en la materia para presentar estas recomendaciones.
Si no pudiste asistir al webinar y estás interesado o interesada en escuchar las ponencias, puedes acceder a la grabación en el siguiente enlace.
