Atender a los migrantes venezolanos en situación de extrema vulnerabilidad que cruzan la frontera de Colombia a través de Villa del Rosario de Cúcuta (Norte de Santander). Ese es el objetivo del proyecto que Ayuda en Acción inició el pasado mes de diciembre, el cual se ha visto reforzado esta misma semana con la apertura de un nuevo comedor que asistirá a más de 850 personas diariamente.
El proyecto, que cuenta con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), prestará apoyo a más de 180.000 personas, 7.000 de ellos son niñas, niños, mujeres y adultos mayores. “Nos encontramos ante una emergencia humanitaria. Como organización, estamos al lado de las personas que en este momento ven vulnerados sus derechos y nuestra prioridad ahora es apoyar a los miles de venezolanos y venezolanas que abandonan su país porque allí no cuentan las condiciones necesarias para tener una vida digna”, asegura Fernando Mudarra, director general de la ONG.
La organización es miembro del Grupo Interagencial sobre Flujos Migratorios Mixtos (GIFMM) y trabaja en la zona con el apoyo de la Corporación Scalabrini. “Prestamos asistencia alimentaria en Cúcuta, tanto a los migrantes venezolanos como a la población colombiana en situación de vulnerabilidad. Además, brindamos protección y orientación sobre la ruta de atención y los mecanismos de protección nacional e internacional; también trabajamos con más de 500 representantes comunitarios y del ámbito escolar para prevenir actitudes de xenofobia y rechazo entre la población colombiana”, añade Mudarra.
Según datos de la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela, hasta la fecha, 3.377.250 personas han abandonado el país. Si bien, su destino final no siempre es Colombia, el 42,4% se queda en este país, y el resto continúa su viaje hasta Chile (15,2%), Perú (9,3%) y Ecuador (7,1%).
Ayuda en Acción está presente en Colombia desde el año 2006 mejorando las condiciones de vida de más de 15.700 personas de la zona rural; dando especial prioridad a regiones como los Montes de María o La Mojana, zonas fuertemente castigadas por el conflicto armado donde la organización trabaja apoyando a la población a superar las consecuencias de la violencia.