En el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, desde Ayuda en Acción queremos poner en el centro a las mujeres. En concreto, ponemos el foco en la importancia del avance de las mujeres para que las comunidades en las que viven prosperen de forma más inclusiva, más justa y con más derechos. A través de la campaña “Sistas” visibilizamos historias reales de mujeres que, gracias a oportunidades en empleo, educación y emprendimiento, han logrado construir un futuro mejor para ellas y para quienes les rodean.
El término "Sista" proviene del inglés "Sister" (hermana), un concepto que refuerza la idea de sororidad y apoyo mutuo entre mujeres. En los últimos años, el anglicismo "Bro" (derivado de "Brother") se ha popularizado en redes sociales y la cultura urbana como una expresión de camaradería y confianza. Su uso se ha extendido globalmente, especialmente entre la generación Z, y ha sido ampliamente adoptado en América Latina, África y España, contextos donde Ayuda en Acción trabaja.
Recientemente, además, el término ha cobrado protagonismo en el discurso mediático, haciendo referencia a figuras de poder bajo la etiqueta de "broligarcas". En contraposición, "Sista" nos permite resaltar el liderazgo y la resiliencia de mujeres que se han convertido en motores de cambio en sus comunidades.
Historias que inspiran
Desde América Latina hasta África y Europa, estas mujeres han demostrado que con apoyo de organizaciones como Ayuda en Acción (y sus socios locales) y oportunidades, los sueños pueden convertirse en realidad. Es el caso de Claudia, en Colombia, que comenzó a trabajar con el chocolate PazSabor en un proyecto que involucra a 84 familias de una cooperativa cacaotera apoyada por Ayuda en Acción. Su sueño es que su chocolate trascienda fronteras y se haga famoso en todo el mundo.
Otro ejemplo de “sista” es Hayatt, de Níger, que encontró en la fábrica de harina enriquecida una oportunidad para cambiar su vida y la de muchas otras mujeres. Allí trabajan mujeres de su región, produciendo un alimento esencial para sus bebés, pero también generando ingresos que fortalecen a sus familias y comunidades.
Karina, en Nicaragua, descubrió su vocación en la apicultura. Gracias a la formación proporcionada por Ayuda en Acción ha logrado convertirse en una mujer emprendedora y empoderada, capaz de generar ingresos y mejorar la calidad de vida de su familia. Una historia similar es la de Machal, en Mozambique, quien empezó criando pollos y vendiendo huevos sin grandes expectativas, pero que vio su vida transformarse cuando empezó a obtener ganancias. Hoy, gracias al apoyo de Ayuda en Acción, ha logrado incluso pagar los estudios de su hermano pequeño.
En Portugal, María siempre había soñado con coser, pero nunca tuvo la oportunidad de aprender hasta que se unió a nuestro proyecto Mujeres en Acción. Ahora, no solo domina el arte de la costura, sino que también ha logrado convertirlo en una fuente de ingresos.
En El Salvador, Melania aprendió a cultivar de forma sostenible y descubrió su propia fortaleza como mujer. Hoy es productora, emprendedora y defensora de los derechos de las mujeres, construyendo un futuro mejor para su comunidad.
Por último, en Ecuador, Viviana se formó en la cata de cacao y se convirtió en una profesional que busca aportar valor a la sociedad. Gracias a Ayuda en Acción, encontró el impulso necesario para salir adelante y transformar su vida.
Construyendo un futuro con igualdad
El trabajo de Ayuda en Acción con mujeres no solo busca ofrecer formación y facilitar acceso al empleo, sino también impulsar cadenas de valor sostenibles y generar oportunidades que trasciendan generaciones.
En este 8 de marzo, reafirmamos una vez más nuestro compromiso de seguir apoyando a más mujeres para que puedan escribir sus propias historias de éxito. Porque cuando una mujer avanza, toda una comunidad avanza con ella.