Del 15 al 17 de noviembre de 2024, la tormenta tropical Sara azotó Honduras, dejando tras de sí una estela de destrucción y sufrimiento. Más de 100 000 personas se vieron afectadas por las intensas lluvias, deslizamientos de tierra e inundaciones que arrasaron comunidades enteras. Las autoridades declararon alerta roja en seis departamentos, incluidos Islas de la Bahía, Atlántida, Colón, Gracias a Dios, Yoro y Cortés. La tormenta no solo destruyó hogares, sino también infraestructura esencial, dejando incomunicadas a más de 1000 comunidades.
En medio de esta emergencia, Ayuda en Acción Honduras se movilizó para llevar alivio a las familias más afectadas por la tormenta.
La tormenta Sara: un llamado de atención sobre el cambio climático
La tormenta Sara es un ejemplo más del impacto que el cambio climático está teniendo en los fenómenos naturales, haciéndolos más intensos y dañinos. Las actividades humanas, como el consumo desmedido y la contaminación, están alterando los patrones climáticos, intensificando lluvias y aumentando el riesgo de desastres naturales. Estos eventos no son solo un recordatorio de la fuerza de la naturaleza, sino también de nuestra responsabilidad colectiva para mitigar los efectos del cambio climático.
Ayuda en Acción: para las comunidades afectadas
En respuesta a esta crisis, Ayuda en Acción Honduras se unió a los gobiernos locales, los Comités de Emergencia Municipal (CODEM) y los Comités Locales de Emergencia (CODELES) para brindar apoyo a familias auspiciadas afectadas y a otras familias impactadas por la tormenta en los departamentos de Yoro, Colón y Gracias a Dios, priorizando a las comunidades más vulnerables.
Gracias a esta coordinación, se logró beneficiar a 2365 personas, de las que 1275 eran menores, mediante la entrega de:
- Alimentos esenciales para enfrentar la crisis alimentaria inmediata.
- Kits de higiene, clave para prevenir enfermedades en medio de condiciones insalubres.
- Kits de infancia, garantizando su bienestar en momentos de dificultad.
"La experiencia de la inundación fue un desastre. Eran como las 11 de la noche cuando se inundó la casa. Al despertarme, solo caí en el agua. Fue una experiencia que nunca olvidaré", comenta Danna Ramos de 14 años.