Ayuda en Acción reitera su compromiso con los derechos humanos y el fortalecimiento de la paz en Perú. El uso desproporcionado de la fuerza en las protestas que vive el país desde el pasado mes de diciembre preocupa gravemente en Ayuda en Acción. Por ello, exigimos el cese de la violencia en Perú y pedimos respetar la vida de la población de Puno -región en la que trabaja Ayuda en Acción desde hace 10 años- y de todo el país, donde opera desde 1988.
Ninguna acción justifica la muerte de ninguna persona, ni la destrucción de la propiedad privada u otro tipo de agresión que ponga en riesgo pérdidas humanas. Por esto, desde Ayuda en Acción Perú exhortan a las autoridades competentes a iniciar el diálogo definitivo entre las partes para acabar con las muertes y protestas.
Desde nuestra organización queremos y trabajamos por un país libre de violencia, con oportunidades para todas las familias, niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
Crisis social: más allá de la violencia en Perú
Los problemas no son nuevos y van más allá de la violencia en Perú. El país pasa por una grave crisis humanitaria desde hace años. Un cuarto de la población, en torno a 33 millones de peruanas y peruanos, viven en situación de pobreza. Naciones Unidas ha advertido de que el país tiene la tasa de inseguridad alimentaria más alta de América del Sur. La mitad de la población sin acceso regular a una nutrición suficiente.
Estos datos se reflejan en el informe Global Hunger Index, que publica anualmente Alliance 2015, red europea de ONG de la que forma parte Ayuda en Acción,. Este informe lo presentó Ayuda en Acción en Perú el pasado mes de noviembre. El é se señala que el país andino ha retrocedido 10 años en la lucha contra el hambre. Al cierre del año 2019, su GHI era de 14 puntos. En 2021, se situó en 3,7 puntos por encima, con un índice de 17,7 puntos.
Según William Campbell, director de Ayuda en Acción en Perú, la situación se agravó con la pandemia ya que antes de la emergencia sanitaria “solo había una región de Perú con índice grave, Huancavelica”. Ahora son siete: Apurímac, Huancavelica, Ayacucho, Loreto, Huànuco, Ucayali y Puno. Esta última es donde se están viviendo con mayor intensidad las manifestaciones y las violaciones de derechos humanos.
El trabajo de Ayuda en Acción en Perú
Además de la pandemia, Campbell considera que “las acciones puntuales institucionales para mejorar el hambre han sido insuficientes”. Y es que el fortalecimiento de la producción agroindustrial, el boom de la agro exportación o el potencial minero están siendo insuficientes para abordar el problema alimentario.
Por esto, el trabajo de las ONG es esencial en el país. Desde Ayuda en Acción trabajamos para proteger a la población más vulnerable, en especial a la niñez, juventud y a las mujeres. Damos respuesta a las crisis humanitarias que permita recuperar o generar medios de vida que aseguren el acceso a ingresos y a alimentación de las personas.
Además, ante las situaciones de emergencias sobrevenidas, desplegamos acciones para cubrir las necesidades básicas de la población (a través de acceso a productos de higiene, alimentos, etc.). También trabajamos para asegurar la protección de las personas en estos estados de vulnerabilidad (prevención de la violencia contra la mujer, orientación sobre procesos legales, espacios seguros y de ocio para los niños/as).
Con la juventud desempeñamos programas para acompañarles en su transición desde la educación al mercado laboral, fortaleciendo e implicando al sistema educativo y a las empresas como responsables e implicados en la generación de oportunidades para los jóvenes.
Todo ello lo realizamos con un enfoque de derechos y fortalecimiento del liderazgo de la población para poder ejercer y demandar la defensa de sus derechos.