El Relator Especial de Naciones Unidas sobre extrema pobreza y derechos humanos, Philip Alston, ha visitado en nuestro país para analizar la situación de la pobreza y la desigualdad. En el marco de este viaje, Ayuda en Acción ha facilitado al experto y su equipo entrevistas con profesionales y personas que viven en situación de pobreza y exclusión social en Galicia y Extremadura. Estas participan en los proyectos que la ONG desarrolla en el marco de su programa Aquí también de intervención en España.
Durante su estancia en España, Alston ha viajado a Madrid, Galicia, País Vasco, Extremadura, Andalucía y Cataluña, ha mantenido reuniones con la administración, personas que se encuentran en situación de pobreza y exclusión social, así como activistas y representantes de la sociedad civil.
Visita a Galicia
El primero de los encuentros se celebró el pasado martes en el CPI Virxe da Cela. Este centro educativo se encuentra en Monfero (A Coruña), una zona rural aislada, con baja densidad demográfica; una red de transporte público casi inexistente; y una oferta cultural, educativa y de ocio muy limitada. Esta pequeña aldea supone un claro ejemplo de cómo el aislamiento, la dispersión y la despoblación son a la vez causa y consecuencia de la falta de inversión pública que sufren las zonas rurales. “Es un círculo vicioso; por un lado, se justifica la escasez de recursos públicos por la falta de población pero, a su vez, esta falta de inversión en derechos básicos como es la educación o la salud, son las principales razones por las que muchas personas abandonan el medio rural”, afirma Martín.
En este sentido, las madres, padres y miembros de la comunidad educativa que participaron en el encuentro destacaron ante el experto de Naciones Unidas el déficit de transporte público, la desconexión digital, la falta de acceso a servicios sanitarios especializados, estudios y formación como principales barreras a las que se enfrentan. Martín añade, “todo ello hace que la población que habita en las zonas rurales se encuentre en situación de desigualdad con respecto a la de zonas urbanas. Y las que se encuentran en situación de pobreza y vulnerabilidad se llevan la peor parte. Al no tener recursos suficientes para afrontar determinados gastos como, por ejemplo, un coche, internet o alternativas formativas para sus hijos e hijas, se perpetúan las situaciones de pobreza y exclusión y se quedan sin opciones para romper el círculo de la pobreza”.
La falta de oportunidades laborales y formativas para los jóvenes fue otra de las cuestiones en torno a la cual se centró el debate. Los participantes destacaron el escaso mercado laboral y las dificultades de acceso al autoempleo y el emprendimiento, además de las trabas administrativas ajenas a la realidad rural, más pensadas para entornos urbanos.
Ante ello, se puso en valor la labor de la comunidad educativa y de organizaciones como Ayuda en Acción que luchan para que exista una educación inclusiva, equitativa y de calidad, promoviendo oportunidades de aprendizaje para el alumnado. “Urge poner en marcha medidas como la universalización de la educación de 0 a 3 años, el incremento de becas y ayudas en Primaria y Secundaria y al transporte escolar o el apoyo a la comunidad docente. Solo así conseguiremos ofrecer oportunidades de futuro y asegurar el desarrollo socioeducativo de los estudiantes del entorno rural”, enfatiza Martín.
Visita a Extremadura
Las mujeres fueron las protagonistas en la segunda ronda de entrevistas. En esta ocasión, el Relator Especial de Naciones Unidas se reunió con un grupo de madres pacenses que participan en el proyecto Mujeres en Acción que la ONG desarrolla en el CEIP Santa Engracia y Nuestra Señora de Fátima de Badajoz.“Las mujeres que asistieron a este encuentro viven una triple discriminación: por su género, por ser gitanas y por vivir en Los Colorines. Esta visita ha supuesto mucho para ellas porque por una vez han participado en un espacio donde sus experiencias, demandas y propuestas han sido tenidas en cuenta”, resalta Martín.
Explicaron a Alston el estigma al que tienen que hacer frente por vivir en un barrio como Los Colorines y destacaron que esta es una de las principales barreras que se encuentran a la hora de buscar trabajo. Pero no es el único problema, la mayoría de la población de los barrios presenta altos niveles de desempleo, drogadicción, escasa formación reglada y un nivel socioeconómico bajo. En palabras de Martín: “debido a los problemas sociales el barrio deja de ser un espacio de convivencia y seguridad para volverse un lugar del que quieren huir”.
También han aprovechado la ocasión para denunciar el déficit de servicios y el estado de las infraestructuras, algo que pudieron mostrar al experto de las Naciones Unidas y su equipo al término de la reunión durante un paseo por el barrio.
Ayuda en Acción destaca la necesidad de seguir trabajando en medidas que disminuyan y eliminen la brecha de género en nuestra sociedad, dedicando especial atención a favorecer la conciliación , salarios justos y estabilidad laboral. También reclama que se aseguren las medidas de conciliación en la vida laboral y personal y que se pongan en marcha políticas que faciliten que los hombres asuman las tareas de cuidado. Un rol que todavía se sigue atribuyendo a las mujeres.
“Creemos que se debe de tener en cuenta a los colectivos de mujeres más vulnerables a la hora de programar incentivos, formación y medidas de conciliación, ya que facilitará su acceso al mercado laboral y una oportunidad para salir de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra. Además, creemos necesaria la aprobación de una Ley Integral de Igualdad de Trato y lucha contra la Discriminación que permitirá dar respuesta a conductas discriminatorias que jamás deberían tener encaje en la legislación vigente”, concluye Martín.