La gamificación de la educación no es algo nuevo, pero quizás cada vez más se entiende como algo obligado y no como un extra. Aprender jugando es sin duda todo un reto, más aún si en la ecuación metemos también las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Nos puede sonar a países nórdicos, los más avanzados en cuanto al sistema educativo… pero no: ¡es posible instalar procesos de gamificación de la educación en países con menor índice de desarrollo1 Nuestra experiencia en El Salvador lo demuestra. Pero queremos contarte cómo surgió todo.
La COVID-19, el origen
La COVID-19 marcó el futuro de la educación y en Ayuda en Acción lo sabemos bien. En España iniciamos el proyecto Escuelas Digitales Resilientes en 2020, que luego se replicó en otros países donde trabajamos. El Salvador fue uno de ellos. Y este proyecto fue, sin duda, el germen de toda una estrategia nacional basada en la innovación educativa y la protección de la infancia. El lugar perfecto para poner en marcha el curso “Innovación educativa, gamificación y herramientas TIC”, celebrado a finales de 2022 y en el que participaron diferentes profesionales del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de El Salvador, además de personal de Ayuda en Acción en el país.
Pero, ¿por qué trabajar en El Salvador la gamificación educativa?
Iban Askasibar, uno de nuestros especialistas en innovación, nos habla de la intensa colaboración que mantenemos con el mencionado Ministerio para que la educación llegue a todas las personas: “la innovación educativa está viviendo un importante impulso en todas las escuelas del país y a través del trabajo conjunto conseguimos identificar la necesidad de fortalecer a personal de diferentes niveles del Ministerio en cuanto a gamificación o ludificación en el ámbito educativo, para aplicar de forma práctica en la enseñanza”.
Fue la delegación de Euskadi, con experiencia en la realización de formaciones dentro de la Fundación Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco, la que apostó por la realización del curso. Y teníamos un objetivo claro: “queríamos iniciar un proyecto piloto para fortalecer las capacidades y habilidades en gamificación de la educación del personal del Ministerio, incluyendo a docentes de escuelas rurales”.
El curso, eminentemente práctico, se ha basado en herramientas actuales y aplicadas en educación y con él pretendemos evaluar el formato de formación y su aplicación real, con el objetivo de replicarlo a mayor escala. Una de las formadoras participantes, Josune Rodríguez, cuenta cómo la realización del curso le ha permitido “conocer la realidad educativa de otro país”.
Gamificación de la educación en contextos vulnerables
La tecnología complementa a la educación, permitiendo formar en competencias digitales y aumentar la motivación el alumnado. Evidentemente, supone también una inversión. Precisamente el lema para el Día Internacional de la Educación en 2023 se basa en la necesidad de invertir en las personas priorizando la educación. Según nos comenta Josune, “diversas investigaciones concluyen que la gamificación puede incidir significativamente en la mejora del rendimiento académico”. Y así, sin duda, lo contempla el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de El Salvador, desde donde reconocen que la calidad del curso ha hecho que hubiera una altísima tasa de participación y que incluso ya piensen en otros cursos para mejorar la calidad educativa: “ha sido un proceso enriquecedor y deseamos se replique con otras áreas emergentes como el design thinking”, dice Elías Humberto Peraza, gerente de Prospectiva Tecnológica Educativa del MINEDUCYT.
Antes de esta experiencia, las experiencias de gamificación educativa se habían realizado esporádicamente en algunos de los contextos donde trabajamos: “lamentablemente la falta de sistematización de las experiencias ha limitado la réplica de buenas prácticas”, comenta Peraza. Señala incluso que en el curso hubo docentes de la zona norte del país a quienes la formación había ayudado a ser conscientes de que ya habían aplicado principios de ludificación en su práctica cotidiana. Y efectivamente, así lo confirma Jose Mario, uno de los asistentes: “se realizaban algunos elementos de gamificacion sin tener una claridad de cómo enfocarlos”.
¿Es la tecnología fundamental para gamificar la educación?
Hemos preguntado a técnicos, técnicas y docentes que han asistido al curso. La mayoría coinciden en que se puede hacer un importante trabajo de gamificación sin tener necesariamente herramientas tecnológicas de última generación. Incluso en ocasiones, nos dicen, no es ni siquiera necesario: “gamificar no es sinónimo de tecnología, sino de una estrategia de aprendizaje organizada, planificada y pensada desde el enfoque del juego”, dice Jose Mario. Él ya tiene ideas sobre cómo iniciar su estrategia con elementos cotidianos con los que ya cuenta en su escuela. Sin embargo, reconoce, “las TIC sin duda ayudan a generar mayor asombro e interés de la infancia”.
Una de las maestras asistentes reconoce que las mejores herramientas de gamificación son sus ganas y su motivación, pero señala el gran aporte de la tecnología: “contamos con un aula digital bien equipada donada por Ayuda en Acción y el alumnado tiene tablets personales proporcionadas por el gobierno”.
Jimmy Franklin, técnico del Ministerio, se refiere a que no es necesario contar con tecnología punta: “basta con tener una computadora y un celular para hacer grandes proyectos en el aula”.
Sin embargo, una de las educadoras se refiere al principal problema con que se encuentran: la conexión a Internet. Y es que El Salvador es uno de los países latinoamericanos con menos índice de conectividad, pese a su crecimiento en los últimos años. Cindy Elizabeth es técnica en tecnologías emergentes aplicadas a la educación en el Centro Escolar Alejandro de Humboldt. Cree que para iniciar un proceso de gamificación “es más que necesario tener acceso a tecnologías, pero más aún una excelente conexión a Internet, ya que la mayoría de las aplicaciones lúdicas para gamificar se usan en línea”.
Con todo, no se rinde. Al igual que la mayoría de docentes participantes en el curso, el curso que ahora comienza instaurará una estrategia de gamificación. Ayuda en Acción estará a su lado para acompañar en el proceso y mejorar así la educación de miles de niños y niñas en el país centroamericano.