La comunidad El Porcal, en el corredor seco de Nicaragua, es un lugar árido en verano y en invierno. Dos años atrás aquí los cultivos se perdían porque los productores sembraban sin tener certeza de si existían las condiciones para hacerlo. La situación ha cambiado, cuenta Francisca Ruiz, quien integra la Red de Observadores Climáticos de su comunidad.
Ella y su nieta monitorean la humedad, la velocidad del viento, el rocío y la cantidad de lluvia que cae gracias al pluviómetro instalado por Ayuda en Acción. Es uno de los 19 que hemos colocado en otras comunidades rurales de la zona. Francisca comparte esta información con otras personas de su comunidad y con las autoridades locales. Así deciden cuándo sembrar.
“El cambio climático ha afectado a la comunidad. Los inviernos no son los mismos de antes, hay mucha sequía y si no hay sequía hay abundancia de agua. Si vienen los huracanes también se pierden las cosechas”, dice Francisca, quien cultiva maíz, frijoles y tiene un huerto en el que siembra hortalizas.
Ella es una lideresa comunitaria que ha incorporado todo tipo de prácticas para mitigar los efectos del cambio climático. Sabe que si caen 40 milímetros de agua puede sembrar, que el uso de semillas criollas es más resistente a la sequía y a las plagas y que la información sobre el tiempo es clave. “Antes de tener los pluviómetros sembrábamos sin saber todo esto y se perdía la semilla. Perdíamos la cosecha”, recuerda.
La Red de Observadores Climáticos es fundamental en todas las comunidades de los municipios del Corredor Seco en los que trabajamos. En la actualidad la integran 73 personas de 29 comunidades de los municipios de Somoto, Telpaneca, Totogalpa, Palacagüina, San Lucas y San Juan de Río Coco.
Douglas Martínez, gerente de la alcaldía del municipio de Telpaneca, explica que esta red está integrada por promotores, quienes además de brindar información sobre el clima también los mantienen al tanto de si hay incendios forestales.
Cosechar agua durante el invierno, una solución para la resiliencia
Mientras recorre su huerto, en el que tiene sembrados tomate, chiltoma, pepino, cilantro, apio, yerbabuena, pipián y ayote, Francisca relata que durante el invierno recolecta agua que usa en verano para regar las hortalizas y hacer las tareas de la casa.
Aunque la cosecha de agua de Francisca no fue construida dentro de los proyectos que implementamos, desde Ayuda en Acción se ha facilitado la habilitación de 53 cosechas de agua familiares en ocho comunidades de los municipios de Telpaneca y Totogalpa. Además, otras seis fueron habilitadas en escuelas, asegurando así la realización de labores escolares y de riego para pequeñas parcelas de huertos.
“Consideramos el enfoque medio ambiental como un eje importante de trabajo dada la fragilidad agroclimática del Corredor Seco. Para Ayuda en Acción es fundamental potenciar las capacidades de resiliencia en las familias”, explica Francisco Ruíz, técnico de Ayuda en Acción en la zona.
Prevención ante desastres, otra de las tareas de la Red de observadores climáticos
Nuestra intervención incorpora el componente de prevención. Con la comunidad, la Red de observadores climáticos y las municipalidades también elaboramos planes de acción comunitarios ante amenazas y contribuimos a la preparación de brigadas comunitarias de atención ante situaciones de desastre.
“En los municipios se están actualizando los planes comunitarios, estamos en el proceso de elaboración y contemplan los planes con la familia, es una planificación que nos está ayudando a mitigar la incidencia de los desastres y a buscar la resiliencia”, dice Douglas Martínez, gerente de la alcaldía de Telpaneca.
(*Artículo escrito por C. Matilde Córdoba, responsable de comunicación de Ayuda en Acción en Nicaragua)